La compañía neerlandesa Juicy Fields atrajo a más de 40.000 inversores españoles con la promesa de rentabilidades adicionales de hasta un 66% en la inversión en cannabis. Ahora, se estima que alrededor de 1.700 inversores podrían estar afectados por un presunto esquema Ponzi.
La Audiencia Nacional ha admitido a trámite una querella presentada por el despacho de abogados Emilia Zaballos. En la querella figuran 117 inversores que han denunciado en comisaría y cuyos nombres ha proporcionado la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía. Además, los afectados se reunirán próximamente para trazar una estrategia común y ofrecer sus servicios a los 117 inversores afectados que no cuenten con representación legal.
El magistrado Manuel García-Castellón ha abierto diferentes diligencias para identificar a los presuntos responsables y averiguar la trazabilidad del dinero invertido. También ha requerido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que informe sobre el “conocimiento que pudieran tener de la actividad de Juicy Fields”. Se cree que la cantidad de la presunta estafa podría ser de varios millones de euros.
Los querellantes entienden que se trata de una estafa por el esquema Ponzi, que consiste en atraer inversores y pagarles sus rendimientos con fondos que se consiguen de nuevos ahorradores. Juicy Fields ofrecía invertir en la plantación, cultivo y recolección de marihuana para venderla posteriormente como uso terapéutico.
Una vez se cosechaba la plantación, la empresa devolvía el dinero invertido más un beneficio adicional de entre el 29% y el 66%. La inversión podía realizarse mediante una transferencia de dinero fiat o con criptomonedas. La única información requerida era un correo electrónico y una cuenta bancaria, o un wallet (monedero electrónico) en caso de que se operase con criptodivisas, para realizar los pagos. La empresa se evaporó el 13 de julio.
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