Crónica País Vasco.

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Ararteko recibe más de 4.000 quejas este año, incluyendo casi 500 sobre Osakidetza.

Ararteko recibe más de 4.000 quejas este año, incluyendo casi 500 sobre Osakidetza.

El Ararteko, Manuel Lezertua, ha presentado un balance preocupante sobre el aumento de quejas en el País Vasco, instando a las instituciones a prestar "la atención debida" a sus recomendaciones. Este año, más de 4.000 quejas han sido registradas, de las cuales alrededor de 500 están asociadas con el sistema de salud de Osakidetza. Lezertua ha indicado que la cifra de intervenciones alcanzará entre 14.000 y 15.000 para finales de 2023, superando así todos los récords anteriores.

En declaraciones a Radio Euskadi, recogidas por Europa Press, Lezertua ha subrayado que este fenómeno de quejas ha alcanzado un nivel sin precedentes, destacando que las dificultades con la atención en Osakidetza son las más frecuentes. Desde 2022, ha sido evidente un aumento "muy importante" en estas reclamaciones particulares, lo que exige una respuesta clara por parte de las instituciones competentes.

Las quejas, según el Ararteko, han incluido una variedad de motivos, tales como las listas de espera, problemas con las pruebas diagnósticas, la dificultad para obtener citas, situaciones con ambulancias y cuestiones sobre el pago de medicamentos que en ciertos casos no son autorizados. Lezertua ha puesto de manifiesto que estos temas han motivado que muchos ciudadanos de Euskadi se dirijan a su oficina en busca de asistencia.

Otro de los temas candentes que ha surgido en las quejas de este 2024 es la vivienda. Aunque la sanidad acapara aún más atención, Lezertua ha indicado que las reclamaciones relacionadas con el registro de vivienda, los retrasos en la adjudicación y las condiciones de las viviendas de alquiler social están en aumento. Ha mencionado las insuficiencias insistiendo en que el volumen de quejas ha llevado al Ararteko a emitir recomendaciones generales sobre estos temas.

Lezertua también ha abordado el problema de las viviendas de uso turístico, que han acumulado quejas acerca de su registro, dado que algunas comunidades de propietarios se oponen a su inscripción por el ruido que pueden causar a los vecinos. No obstante, ha aclarado que el Ararteko no puede mediar en disputas entre particulares, aunque sí puede intervenir cuando se detectan infracciones a la legislación turística del País Vasco, instando a los vecinos a reportar estas situaciones al Departamento de Turismo.

En cuanto al buzón anónimo habilitado por el vicelehendakari y consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, para denunciar irregularidades en la percepción de ayudas, Lezertua ha señalado que, a pesar de que el nivel de fraude sea "mínimo", este nuevo mecanismo podría llevar a una exageración de la problemática. Subrayó la importancia de combatir el fraude, pero también resaltó que el número de casos identificados es bajo, apenas alrededor de 14 en el último año.

Lezertua no ha escatimado en criticar la obligatoriedad de la cita previa para acceder a ciertos servicios públicos. Ha enfatizado que esta práctica no puede ser impuesta, dado que no solo "la ley no lo permite", sino que también plantea serios problemas de accesibilidad. Muchos ciudadanos se ven obligados a solicitar citas a través de medios electrónicos, un hecho que no todos pueden cumplir; esto, según el Ararteko, contradice los principios de cercanía y accesibilidad establecidos por la Ley del Sector Público Vasco.

El defensor ha advertido que el sistema de cita previa no puede ser una barrera para que los ciudadanos accedan a sus derechos y a los servicios que la normativa del País Vasco les otorga. Sin embargo, ha notado que en general ha recibido respuestas positivas a sus recomendaciones y que es esencial que se preste la atención que merecen.

En lo que respecta a la futura modificación de la Ley del Ararteko, que cumplirá 40 años en 2025, Lezertua ha expresado su descontento. Ha afirmado que el Ararteko no debe convertirse en un tribunal con capacidad de sancionar; su función debe centrarse en atender las quejas ciudadanas y mejorar los servicios públicos. Las recomendaciones del Ararteko están orientadas a facilitar la mejora, no a criticar.

Lezertua ha solicitado que las instituciones reconozcan la importancia de las recomendaciones emitidas y respondan adecuadamente a cada una de ellas. Ha referido experiencias negativas donde las administraciones simplemente han desestimado la intervención del Ararteko, lo cual considera inaceptable.

Por último, ha recordado que su segundo mandato como Ararteko está cerca de su finalización, con un cierre previsto para mayo de 2025. Si bien no ha anunciado una fecha exacta, ha dicho que considera que dos mandatos "son suficientes" para llevar a cabo su labor.