Comunidad vasca despide a Ardanza, lehendakari que promovió la unidad.

La familia del ex lehendakari José Antonio Ardanza ha expresado su agradecimiento a todas las sensibilidades políticas que contribuyeron a la creación de la Euskadi actual, destacando la importancia de trabajar juntos a pesar de las diferencias.

BILBAO, 10 Abr.

Este lunes, cientos de personas se reunieron en la Basílica de la Purísima Concepción de Elorrio (Bizkaia) para despedir al ex lehendakari José Antonio Ardanza, quien falleció a los 82 años en su hogar en Gautegiz Arteaga. Entre los asistentes se encontraban ciudadanos comunes, figuras políticas e institucionales, así como familiares y amigos.

El hijo de Ardanza, Aitor, agradeció a todos los presentes por su apoyo y cariño, así como a las diferentes sensibilidades políticas que contribuyeron a la creación de la sociedad vasca actual. En sus palabras, destacó que su padre siempre buscó la unión a pesar de las discrepancias.

El servicio funerario comenzó a las siete de la tarde en una basílica con capacidad para 700 personas, la cual estaba llena de asistentes deseosos de mostrar sus respetos. Durante la homilía, el obispo de Bilbao, Joseba Segura, elogió la labor de Ardanza como mediador entre distintas posturas, su defensa de la vida en tiempos difíciles debido a ETA y su lucha por un futuro humano y cívico.

Además del obispo de Bilbao, participaron en la ceremonia el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, el obispo de San Sebastián, Fernando Prado, y el vicario general de la Diócesis de Vitoria, Carlos García Llata, en representación del obispo Juan Carlos Elizalde. La parte musical estuvo a cargo del coro parroquial acompañado por el Orfeón Donostiarra.

La Ertzaintza recibió a los asistentes en la basílica, con ocho agentes desplegados en vestimenta formal. En primera fila estaban presentes la viuda de Ardanza, Gloria Utiaga, sus hijos Nagore y Aitor, y otros familiares.

En otra área de la basílica, se encontraban el actual lehendakari Iñigo Urkullu y su esposa Lucía Arieta-Araunabeña, antiguos líderes políticos como Patxi López y Juan José Ibarretxe, y representantes del PNV como Andoni Ortuzar y Bakartxo Tejeria.

Carlos Garaikoetxea, primer lehendakari de la democracia, visitó la capilla ardiente en Vitoria, ya que no pudo trasladarse a Elorrio. Entre los presentes se destacan los consejeros del Gobierno Vasco, los diputados generales y alcaldes de las capitales vascas, así como figuras destacadas como la delegada del Gobierno en el País Vasco, Marisol Garmendia, y el expresidente del PSE-EE, Jesús Eguiguren.

Finalmente, Aitor Ardanza tomó la palabra al concluir el funeral, agradeciendo a todos los presentes en nombre de la familia por su apoyo y por honrar la memoria de su padre. Destacó la importancia de haber podido despedirse de Ardanza rodeado de seres queridos a pesar del dolor, recordando el legado que deja tanto en su hogar como en la sociedad vasca.