Un reciente fallo judicial ha condenado a la coautora del brutal asesinato de Aintzane Pujana a diez años de prisión, después de haber estado internada en un centro psiquiátrico de régimen cerrado. Este caso, que ha conmocionado a la comunidad de Aizarnazabal, Gipuzkoa, ha puesto de manifiesto la sombría realidad de la violencia relacionada con la prostitución y el crimen organizado.
El hombre que ha sido declarado culpable por un jurado popular por el asesinato de Pujana durante la noche del 1 de enero de 2021, ha recibido una sentencia de prisión permanente revisable. Este castigo se impuso luego de que se determinara que había cometido un delito de asesinato hiperagravado, tal como lo estipula el artículo 140.1.2 del Código Penal. La resolución del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), hecha pública este lunes, refleja la gravedad de los hechos y la necesidad de imponer penas que reflejen el daño infligido.
Además, la magistrada presidenta del tribunal del jurado, que examinó el caso en la Audiencia de Gipuzkoa en septiembre pasado, ha impuesto al condenado una pena adicional por inducción a la prostitución, consistente en dos años de cárcel y una multa de doce meses con una cuota mensual de diez euros. Asimismo, se le ha sancionado con cuatro años de prisión por un delito de detención ilegal. Cabe mencionar que la Fiscalía, por primera vez en Gipuzkoa, solicitó pena de prisión permanente revisable en este proceso penal.
La coautora del crimen ha sido condenada a diez años de prisión, tras haber sido considerada responsable de sus actos, aunque se le atenuó la pena por la eximente incompleta de alteración psíquica y por haber confesado su participación en el crimen. Este veredicto revela que tanto los acusados como la víctima vivían juntos en un agroturismo, donde Pujana ejercía la prostitución, y donde el condenado actuaba como su proxeneta.
El relato del crimen señala que la noche del 1 de enero de 2021, los tres se trasladaron en coche a otra localidad donde se esperaba que Pujana prestara un servicio sexual; sin embargo, al negarse, el ahora condenado la dejó encerrada en el vehículo junto a la otra acusada. Posteriormente, forzó a esta última a golpear a la víctima, causándole una fractura en la nariz, en un acto de violencia desgarrador.
Los hechos continuaron en el agroturismo donde residían, donde ambos acusados sometieron a la víctima atándola con bridas. Para impedir que pudiera denunciarlos, el hombre ordenó a su coautora que apuñalara a Pujana con un cuchillo, causándole la muerte mientras se encontraba semiinconsciente y sin defensa alguna.
El macabro hallazgo del cadáver de Aintzane Pujana ocurrió el 4 de enero de 2021, gracias a una brigada de limpieza que estaba recorriendo la zona junto a la alcaldesa de Aizarnazabal. El cuerpo fue encontrado en una ladera junto a un camino rural, evidenciando la crueldad del crimen.
En el acta de los hechos probados, se menciona que la coautora fue diagnosticada con un trastorno límite de personalidad y que, debido a su consumo de drogas, su capacidad de decisión estaba seriamente afectada en el momento de los hechos. Sin embargo, la declaración de la procesada fue crucial para el desarrollo de la investigación, ya que confesó lo ocurrido al ser detenida, lo que se considera un elemento relevante en el caso.
La sentencia también destaca que la coimputada mantuvo una narrativa coherente y consistente sobre su participación en el crimen, sin cambios significativos a lo largo del procedimiento judicial, lo cual valida su testimonio. Este aspecto es esencial, ya que hace menos probable que su confesión haya sido producto de presiones externas o manipulaciones.
Además, la magistrada ha resaltado que la versión del condenado fue desmentida de manera contundente por las pruebas objetivas obtenidas durante el juicio. La decisión del jurado refleja la gravedad de los actos que llevaron al asesinato y la necesidad de justicia en un caso que ha generado un gran revuelo social.
El veredicto se pronuncia sin lugar a dudas: la acusada fue quien materialmente llevó a cabo los actos que resultaron en la muerte de Pujana, mientras que el condenado es considerado autor mediato, lo que implica que ambos comparten la responsabilidad del crimen. Este aspecto refuerza la aplicación de la pena de prisión permanente revisable, dada la naturaleza violenta y despreciable de los actos cometidos.
Finalmente, es importante señalar que esta sentencia aún no es firme y que cabe recurso ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, lo que permite que el caso pueda ser revisado en instancias superiores. La sociedad espera que se haga justicia en un suceso tan trágico y horrendo.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.