En una contundente declaración desde Bilbao, Javier de Andrés, líder del Partido Popular en el País Vasco, ha denunciado que el PNV ha dejado de ser un simple socio del PSOE para convertirse en un cómplice tras su permisión de las irregularidades señaladas en el informe de la UCO. Según De Andrés, los escándalos relacionados con mordidas, el mal uso de mujeres y adjudicaciones ilícitas no han sido motivos suficientes para que el PNV tome una postura clara y se separe del Partido Socialista.

Durante una rueda de prensa, De Andrés hizo referencia a las revelaciones del informe de la UCO, que implican a Santos Cerdán, exsecretario general del PSOE, en una supuesta trama de cobro de comisiones junto a altos funcionarios como el exministro José Luis Ábalos. El líder popular subrayó, además, la alarmante tolerancia del PNV hacia el crimen organizado que, a su juicio, se manifiesta a través del actual gobierno de Pedro Sánchez.

El presidente del PP vasco no dudó en señalar las responsabilidades que recaen sobre Sánchez, su administración y su partido, pero también extendió la crítica a otros partidos que apoyan al Gobierno, indicando que su colaboración los convierte en cómplices de lo que está ocurriendo en el panorama político español.

De Andrés enfatizó que la ética y los límites políticos establecidos por el PNV, tal como los mencionó Aitor Esteban, son indicativos de una preocupante tolerancia ante la corrupción. Su comentario al respecto pone de manifiesto una inquietante falta de acción por parte del partido jeltzale, incluso ante las evidencias de delitos que surgen del informe de la UCO.

Al abordar este tema, De Andrés lamentó que, a pesar de lo que se ha destapado sobre prácticas corruptas, el PNV continúe ofreciendo su respaldo a Sánchez, sugiriendo que para ellos no existe un umbral moral que cruce el límite aceptable. Según él, el PNV podría estar redefiniendo los estándares éticos que determinan su apoyo al Gobierno y que, en este caso, encuentran tolerancia en actos que deberían ser inaceptables.

Por último, el dirigente del PP acusó al PNV de ser un aliado complaciente del PSOE, señalando que su falta de exigencia supera incluso a la de algunos miembros del propio Partido Socialista. De Andrés concluyó que el PNV se ha convertido en un elemento más en la estructura del PSOE, sugiriendo que su compromiso con la ética y la transparencia ha quedado gravemente comprometido en el actual contexto político.