La delegada del Gobierno en el País Vasco, Marisol Garmendia, ha lanzado una advertencia clara: "toda prudencia es poca" para que los dos bilbaínos detenidos en Venezuela, acusados de ser agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y de estar involucrados en un complot para derrocar a Nicolás Maduro, puedan regresar a sus hogares lo antes posible.
En Bilbao, durante una jornada de puertas abiertas del centro de la Policía Nacional en la capital vizcaína, Garmendia, acompañada por el Jefe Superior de Policía, Jesús Herranz, ha hecho hincapié en la importancia de mantener la discreción en este asunto.
La delegada ha subrayado que el Ministerio de Asuntos Exteriores está al mando de la operación y que no hay grandes avances por el momento. Insistió en la importancia de actuar con sensatez y prudencia en estas circunstancias delicadas.
Garmendia ha informado que tanto ella como el Ministerio están en contacto con las familias de los detenidos, quienes naturalmente están preocupadas. Confía en que las gestiones realizadas desde Exteriores traerán buenas noticias pronto.
Sobre las especulaciones de que los bilbaínos podrían estar detenidos en el centro penitenciario del 'Helicoide', donde se encuentran presos políticos, Garmendia se ha negado a contribuir a difundir información no contrastada y ha dejado claro que será el Gobierno de España quien proporcione las explicaciones necesarias.
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