En una impactante operación, la Guardia Civil ha desmantelado una red criminal dedicada a la extorsión sexual en línea, luego de recibir la denuncia de un ciudadano en Barakaldo, Bizkaia. Cuatro mujeres están bajo investigación por su presunta implicación en delitos de extorsión, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales, mientras se han identificado a siete víctimas en varias provincias del país, incluyendo Castellón y Ciudad Real.
La organización delincuencial utilizaba anuncios falsos de servicios sexuales en internet para atraer a sus víctimas, quienes tras dar su información de contacto eran sometidas a amenazas de pago. Esta alarmante táctica ha sido confirmada por las autoridades, quienes destacan cómo el temor a represalias llevó a ciertos individuos a entregar importantes sumas de dinero.
La operación, conocida como 'Trabazone', comenzó a raíz de la denuncia de un vecino que, al acceder a un sitio web de contactos, fue víctima de un acoso sistemático a través de llamadas y mensajes que le exigían dinero bajo amenazas. Aunque el denunciante no llegó a solicitar servicios, se vio obligado a realizar cuatro pagos que sumaron un total de 1.300 euros por temor a las consecuencias de no hacerlo.
Las investigaciones se centraron en los movimientos de dinero y en las líneas telefónicas que utilizaron los delincuentes. Un análisis exhaustivo reveló que se usaron 16 líneas móviles prepago, configuradas para que fuera más difícil su rastreo por parte de la policía, además de que los números que recibieron los pagos estaban vinculados a otras denuncias similares.
Los estafadores publicaban anuncios engañosos en portales de contactos que atraían principalmente a hombres. Al establecer contacto, las víctimas eran amenazadas por supuestos "jefes" de las mujeres ofrecidas, quienes insistían en que habían contratado servicios que nunca llegaron a realizarse. Las intimidaciones incluían amenazas de represalias físicas y sociales si no cumplían con las exigencias económicas.
El grupo delictivo utilizaba múltiples identidades, tarjetas SIM y teléfonos móviles para llevar a cabo su actividad criminal. En muchos casos, su estrategia consistía en obtener un único pago antes de interrumpir la comunicación, aunque en otras situaciones ejercían presión para forzar pagos adicionales.
La investigación de la Guardia Civil permitió identificar a las cuatro mujeres implicadas, todas residentes en Valencia, una de las cuales contaba con antecedentes por delitos de naturaleza similar. Además, se determinó la existencia de siete víctimas en diversas localidades, abarcando el territorio de Bizkaia y otras provincias.
El Juzgado de Instrucción número 4 de Bilbao está llevando el caso y ha convocado a las cuatro investigadas para que respondan por los delitos de extorsión, pertenencia a grupo criminal y blanqueo de capitales. La sociedad observa con atención la evolución de este caso que revela las sombras del crimen organizado en el ámbito digital.
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