Díez Antxustegi (PNV) defiende la continuidad de las políticas fiscales y presupuestarias en Euskadi.
El portavoz parlamentario del PNV, Joseba Díez Antxustegi, ha manifestado que la situación actual de Euskadi no es tan adversa como para provocar un giro radical en sus políticas, ni en lo que respecta a los presupuestos ni a la fiscalidad. A pesar de ello, ha resaltado la necesidad de implementar mejoras para abordar problemas específicos que han sido identificados por su partido. Además, enfatizó que al negociar una reforma fiscal, su enfoque no será en “el quién” está involucrado, sino en “el para qué” de dicha reforma, priorizando las políticas de estímulo por encima de la mera recaudación.
En una entrevista realizada por Radio Euskadi y documentada por Europa Press, Díez Antxustegi expresó la importancia de alcanzar consensos con los partidos opositores para "mejorar" el proyecto de presupuestos. Según su opinión, es “vanidoso” que se demande al Gobierno un cambio total de rumbo y ha instado a las formaciones a presentar propuestas que sean "concretas, viables, realistas y factibles". Tras entablar un primer diálogo con Sumar, PP y EH Bildu, el portavoz ha afirmado que ahora es el momento de evaluar si las propuestas son realmente viables o simplemente aspiraciones poco realistas.
El representante del PNV subrayó que “el objetivo es acordar”, aunque este acuerdo debe basarse en propuestas concretas que mejoren la situación actual y no en discursos teóricos que no abordan los intereses cotidianos de la población. Es vital que quienes plantean cambios sean los mismos que están dispuestos a presentar soluciones específicas a los retos del día a día, y no solo realizar discursos generales que no se concretan en acciones palpables.
Criticó a aquellos que exigen un cambio radical en las políticas de un país que ya presenta indicadores positivos, como las cifras de empleo y salarios. En este sentido, argumentó que Euskadi se encuentra en una posición que no justifica una transformación completa de su enfoque político, sino que es más apropiado buscar mejoras concretas que aborden situaciones específicas.
Joseba Díez Antxustegi destacó que el PNV y los socialistas han propuesto una reforma fiscal que responde a problemáticas evidentes, como la dificultad de los jóvenes para acceder a la vivienda. Dijo que la fiscalidad no debe considerarse únicamente como una herramienta de recaudación, sino también como un medio para incentivar políticas que beneficien a la sociedad.
En su opinión, estas son “medidas humildes que buscan resolver problemas específicos”. Aclaró que al abordar cuestiones como la transición energética o la conciliación familiar, se han de emplear estrategias fiscales que marquen una diferencia. Lamentó que haya quienes piensen que la fiscalidad debe ser usada únicamente para recaudar, argumentando que el PNV tiene un enfoque más amplio sobre su papel.
Para los jeltzales, la fiscalidad debe ser vista tanto como un mecanismo para la recaudación de fondos necesarios para mantener políticas públicas como una herramienta que incentive iniciativas productivas. La propuesta que han formulado junto con los socialistas requiere de un diálogo con otros grupos políticos, quienes deberán expresar sus objeciones a los puntos planteados. Las áreas de acceso a la vivienda, conciliación familiar y apoyo a la transición energética deberían ser temas centralizados en las conversaciones.
Díez Antxustegi se mostró crítico ante la idea de que Euskadi necesite cambiar drásticamente su rumbo. Aunque reconoció la existencia de desafíos, subrayó que la situación no justifica una interpretación catastrófica. Al contrario, argumentó que la afirmación de que la situación en Euskadi es un desastre no se corresponde con la realidad, destacando la importancia de políticas audaces que ofrezcan soluciones concretas a los problemas existentes.
El portavoz del PNV también hizo hincapié en que la reciente recaudación en Euskadi, que ha alcanzado cifras récord, se debe al crecimiento de la economía y no a aumentos de impuestos, como afirma el PP. Reiteró que si se logra aumentar el número de trabajadores y se fortalece la industria, se podrá seguir aumentando la recaudación sin necesidad de cargar impuestos adicionales sobre las clases medias y trabajadoras.
Consultado acerca de qué partido podría ser un socio plausible para la reforma fiscal, Díez Antxustegi señaló que el enfoque debe centrarse en “el qué” y “el para qué” de la negociación, en lugar de “el quién” está involucrado. Aseguró que el objetivo es favorecer la vivienda joven, la transición energética, la descarbonización y la conciliación familiar.
Finalmente, mencionó que la negociación se llevará a cabo con aquellos que se alineen más con sus propuestas y que abandonen enfoques dogmáticos. Sobre las declaraciones del secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, quien mencionó la posibilidad de una colaboración con partidos de izquierda, Díez Antxustegi sugirió que esa podría ser una de las principales diferencias entre ambos partidos, donde algunos se enfocan en a quién quieren negociar, mientras que el PNV prioriza los resultados que desean alcanzar.
Asimismo, abordó la cuestión de los distintos territorios históricos, argumentando que es fundamental encontrar un equilibrio entre armonización y respeto a las competencias propias de cada región. Expresó que el sistema institucional actual debe ser valorado de manera seria y respetada, ya que son las Juntas Generales las que deben tener la potestad de aprobar las reformas que consideren pertinentes.
Por último, reafirmó que toda reforma fiscal debe ser armonizada, pero al mismo tiempo respetar las particularidades de cada territorio histórico, garantizando que el sistema institucional vasco no se convierta en una justificación que impida cambios necesarios, sino que funcione como un marco para la colaboración y el progreso.
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