Crónica País Vasco.

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El 76% de jóvenes trabajadores en Euskadi gana menos de 1.500 euros mensuales.

El 76% de jóvenes trabajadores en Euskadi gana menos de 1.500 euros mensuales.

En Euskadi, la situación para los jóvenes de entre 18 y 34 años en lo que respecta al acceso a una vivienda libre es alarmante, ya que se ven obligados a destinar el 64% de su salario mensual para afrontar el pago de una hipoteca. Esta estadística evidencia las dificultades que atraviesan los jóvenes en el actual mercado inmobiliario, donde la posibilidad de emanciparse y establecerse de manera independiente se ve severamente comprometida.

Según datos recientes, se revela que el 76% de los trabajadores vascos menores de 29 años perciben menos de 1.500 euros netos al mes. Esta problemática salarial se agrava notablemente en el caso de las mujeres, ya que solo un 31,1% de ellas logra superar esa cifra, en comparación con el 35,1% de los hombres jóvenes. Esta disparidad salarial no solo refleja una desigualdad económica, sino que también pone de manifiesto las dificultades que enfrentan las mujeres en su desarrollo profesional.

Los datos provienen de los informes titulado 'La juventud de Euskadi en el mercado de trabajo. Análisis del Censo del Mercado de Trabajo de 2023' y 'El coste de la Emancipación Residencial en Euskadi 2023', ambos elaborados por el Observatorio Vasco de la Juventud. Este análisis revela una realidad compleja, donde el acceso al mercado laboral parece depender en gran medida de la edad, destacando que los más jóvenes, especialmente aquellos menores de 25 años, tienden a enfocarse en sus estudios antes de dar el salto a una vida laboral activa.

El empleo juvenil es desigual, siendo notoria la diferencia en tasas de ocupación entre los diferentes grupos de edad. Para 2023, el 83,6% de los jóvenes de entre 30 y 34 años estaba empleado, una tasa notablemente superior a la de quienes se encuentran en el rango de 35 a 64 años, donde la ocupación era del 78,3%. Este crecimiento en la ocupación es alentador, aunque aún se enfrenta a un entorno laboral complicado, marcado por la incertidumbre de los contratos temporales.

Entre las desigualdades que se destacan en el estudio, se observa que en 2023 había más hombres jóvenes trabajando que mujeres, con cifras del 45,1% frente al 38,3%. Este mayor nivel de inactividad en las mujeres puede atribuirse a su mayor participación en estudios superiores. Sin embargo, esa dedicación académica no se traduce necesariamente en una mejor calidad de empleo una vez que ingresan al mercado laboral.

Las mujeres que logran un puesto de trabajo suelen obtener peores condiciones, con una mayor presencia de contratos temporales y jornadas parciales, contrastando con una situación más favorable entre los hombres. Asimismo, el trabajo independiente o en el ámbito privado es más común entre los hombres jóvenes, mientras que las mujeres tienden a ocupar puestos en la administración pública, reflejando una clara división sectorial que puede limitar sus oportunidades de avance profesional.

A pesar de estos retos, el 41,8% de los encuestados en el rango de 16 a 29 años estaban ocupados en 2023, un incremento significativo respecto a cifras anteriores. Este auge en la ocupación se debe, en parte, al crecimiento económico experimentado en los últimos años. Sin embargo, el desempleo todavía afecta a un 6,4% de los jóvenes vascos, una cifra que ha disminuido en comparación con el pasado reciente.

Entre los jóvenes que sí logran empleo, ocho de cada diez lo hacen en empresas privadas, y una mayoría se emplea en el sector servicios (77,6%). Además, es alentador saber que tres de cada cuatro personas jóvenes contratadas trabajan a jornada completa, lo que indica una tendencia positiva hacia empleos más estables.

La llegada de normativa laboral favorable, como el Real Decreto Ley 32/2021, ha permitido que en 2023 el 61% de los jóvenes empleos estén en posesión de un contrato indefinido, lo cual es un avance considerable hacia la estabilidad laboral. Sin embargo, a pesar de estas mejoras, solo un 23,9% de la juventud percibe ingresos superiores a los 1.500 euros, y una minúscula porción ocupa cargos directivos.

El uso del euskera en el ámbito laboral también es predominante; la mitad de los ocupados lo utiliza tanto o más que el castellano. Por otra parte, el 34,9% de los jóvenes desempleados lleva más de un año buscando trabajo, mostrando que la experiencia laboral sigue siendo un impedimento para acceder a nuevas oportunidades. Pese a que el 83% de los desempleados está registrado como demandante de empleo, solo el 17,9% recibe alguna ayuda económica.

En el ámbito de la emancipación residencial, el estudio señala que los jóvenes deben destinar un 64% de su salario a una hipoteca y un 49,5% para el alquiler de una vivienda. La autonomía en la juventud, un aspecto clave para su desarrollo, se ve obstruido por el elevado coste de la vivienda, lo que convierte a este desafío en un tema crucial para las políticas públicas.

La Dirección de Juventud y Emancipación, dentro del Observatorio Vasco de la Juventud, tiene planes de crear un espacio consolidado que reúna toda la información relevante sobre empleo, mercado laboral y vivienda, abordando diversas variables que afectan la emancipación juvenil. Sin duda, abordar estas cuestiones es fundamental para garantizar un futuro más próspero y accesible a las nuevas generaciones en Euskadi.