La delegada del Gobierno en Euskadi, Marisol Garmendia, lanzó un llamado a la "prudencia" y enfatizó la importancia de evitar "manifestaciones que puedan entorpecer" la búsqueda de soluciones para la difícil situación que atraviesa Astilleros Balenciaga.

VITORIA, 29 de noviembre. Garmendia, tras una reunión con el comité de empresa de la citada factoría guipuzcoana, subrayó que la resolución del conflicto económico requiere la colaboración de todas las instituciones, no solo del Gobierno de España, sino también del Gobierno vasco y la Diputación de Gipuzkoa, garantizando así la viabilidad del proyecto.

Durante sus declaraciones a los medios, la delegada destacó que los ministerios de Economía e Industria se encuentran trabajando para investigar y evaluar las alternativas que permitan salvaguardar los empleos y la actividad dentro de la empresa, pero siempre dentro del marco legal vigente.

Garmendia hizo hincapié en que cualquier plan viable debe ser "eficiente, factible y asumible por todas las partes involucradas". Recordó que Astilleros Balenciaga ya había recibido apoyo estatal durante la pandemia de COVID-19, señalando que dicho respaldo se concretó en un préstamo cercano a los doce millones de euros, destinado a un plan de viabilidad en 2022, el cual, según indicó, "no se ha cumplido".

La delegada reiteró que el Gobierno central está comprometido a encontrar una solución que se ajuste a la legalidad y que contemple la colaboración con otras entidades, enfatizando que es imperativo que Astilleros Balenciaga pueda reestructurarse y recuperar su estabilidad.

“La respuesta a esta crisis debe emerger del esfuerzo conjunto de todas las instituciones para garantizar que el proyecto sea económicamente viable”, advirtió Garmendia, insistiendo en la necesidad de prudencia en estos momentos delicados.

Asimismo, subrayó que “en este contexto, es crucial actuar con cautela”, por lo que rechazó la idea de realizar manifestaciones que puedan dificultar la llegada de un posible acuerdo. "No se puede ver la situación en términos absolutos de blanco y negro, hay matices a considerar y la dirección de la empresa también tiene su perspectiva”, agregó.

La delegada del Gobierno también destacó la importancia de considerar “la posición del Ministerio y de otros actores”, señalando que no solo el Ministerio es acreedor, sino que existen bancos y otras entidades que mantendrán deudas significativas con el astillero, incluso más relevantes que las que tiene con el propio Ministerio.

Garmendia recordó que el marco normativo que regula las ayudas europeas otorgadas a Balenciaga durante la pandemia incluye un conjunto de “obligaciones” que imponen límites a las acciones que pueden emprender las administraciones públicas españolas, no solo en términos de otorgar préstamos, sino también en lo que respecta a su recuperación.

En relación al rechazo por parte de Confides de un plan de reestructuración del astillero, Garmendia aclaró que esta sociedad público-privada, que se dedica a ofrecer financiamiento a medio y largo plazo para inversiones privadas, "no está haciendo nada que no esté apoyado y regulado conforme a las normativas europeas".