El Gobierno ha dado un paso atrás al decidir eliminar el impuesto extra a las empresas energéticas, que llegaría a su fin el 31 de diciembre, al mismo tiempo que ha llegado a un acuerdo con el PNV para que las haciendas forales vascas puedan administrar el tributo sobre la banca.
Esto fue anunciado por el PNV en un comunicado el miércoles, donde detallaron los acuerdos alcanzados con el Gobierno en relación al proyecto de ley que establece un tipo mínimo global del 15% para empresas multinacionales.
Junts aseguró que no respaldaría la permanencia del impuesto a las energéticas si esto afectaba una inversión de 1.100 millones de euros en Tarragona. Los nacionalistas vascos mencionaron que el impuesto finalmente será eliminado "por factores externos" a su partido, ya que estaban dispuestos a aceptar su permanencia si se convertía en un impuesto concertado en Euskadi y Navarra.
El PNV celebra haber logrado, a través de enmiendas pactadas al proyecto de ley, la capacidad de normativa sobre el nuevo tributo global y el de la banca, que serán regulados por las haciendas forales. Además, se han acordado medidas normativas para "combatir el fraude del IVA en los hidrocarburos".
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