En un emotivo homenaje en San Vicente de Alcántara (Badajoz), el director de Derechos Humanos, Víctimas y Diversidad del Gobierno Vasco, Jagoba Álvarez Ereño, destacó que "mantener viva la memoria es la mayor victoria frente al horror". El acto recordó a José María Piris Carballo, primer niño asesinado por ETA en 1980 en Azkoitia (Gipuzkoa).

El trágico suceso ocurrió cuando el joven de 13 años falleció al explotar un paquete bomba que ETA pretendía dirigir a un guardia civil en Azkoitia.

El municipio natal de José María Piris, San Vicente de Alcántara, rindió tributo al niño con un acto emotivo organizado por el ayuntamiento. Se inauguró un monolito en su honor, en presencia de Álvarez Ereño y otros dignatarios.

Álvarez Ereño resaltó la importancia de estos actos en la lucha contra el terrorismo, como una forma de recordar a las víctimas y transmitir la memoria a las generaciones futuras.

El compromiso con la memoria por parte del Departamento de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno Vasco fue reafirmado en el homenaje. La madre de José María Piris y su amigo Fernando García, también víctima del atentado, estuvieron presentes.

Además, líderes locales y representantes de asociaciones de víctimas del terrorismo participaron en el homenaje. El delegado del Gobierno en Extremadura instó a no olvidar el costo de conseguir la paz y abogó por una España más democrática y en paz como mejor homenaje a Piris.

En medio del dolor y la conmoción, se subrayó la atrocidad de atacar a niños inocentes, y se instó a seguir luchando por una sociedad más justa y pacífica en memoria de las víctimas de ETA.