VITORIA, 9 de noviembre.
El próximo jueves, el Parlamento de Euskadi se convertirá en el escenario de un debate crucial centrado en la tauromaquia. La coalición Sumar, firme defensora de la abolición de esta práctica, ha propuesto una iniciativa para eliminar cualquier apoyo estatal a la celebración de eventos taurinos en la región. Según sus argumentos, más del 70% de la población vasca se opone a estas actividades, con un rechazo que aumenta hasta el 85% entre los más jóvenes.
La moción de Sumar aspira a que el Parlamento declare oficialmente que la tauromaquia no es parte de la cultura actual en Euskadi. Además, busca guiñar hacia la abolición completa de esta práctica, alineando las acciones del gobierno con los valores de respeto y bienestar animal cada vez más presentes en la sociedad vasca.
En esta línea, la propuesta insta al Gobierno Vasco a adoptar un acuerdo que se comprometa a no reconocer ni fomentar la tauromaquia a través de recursos públicos. También se busca establecer criterios que impidan que esta práctica acceda a apoyos culturales o recreativos ofrecidos por la administración.
Siguiendo lo dispuesto en la Ley 6/2019 sobre Patrimonio Cultural Vasco, Sumar propone que se monitoricen y limiten las iniciativas que permitan que la tauromaquia reciba protección o financiación gubernamental. Quieren que el enfoque institucional se dirija hacia su eliminación, utilizando competencias en áreas como protección animal y espectáculos públicos.
Como parte de su propuesta, Sumar espera que en un máximo de seis meses se presente un borrador para modificar la Ley 9/2022 referente a la protección de animales, de modo que se aplique a cualquier espectáculo que involucre animales, incluyendo aquellos donde se utilizan toros.
Además, la coalición aboga por la creación de una cláusula que prohíba cualquier acto que cause sufrimiento a los animales en eventos públicos, planteando sanciones severas para aquellas prácticas que involucren el uso de instrumentos cortopunzantes que causen dolor o estrés evitable.
Entre sus demandas se encuentra el endurecimiento del régimen sancionador, con penalizaciones más severas para organizadores y promotores que infrinjan las normativas. También proponen establecer un registro que recoja información sobre espectáculos con animales y su cumplimiento con los estándares de bienestar animal.
Otra de las propuestas clave es modificar la Ley 10/2015 de Espectáculos Públicos, para garantizar que el bienestar animal sea un requisito ineludible en la autorización de eventos. De esta forma, las autoridades tendrían la potestad de cancelar o suspender aquellos que no cumplan con este criterio en las inspecciones.
Asimismo, Sumar plantea derogar el Decreto 183/2008 y establecer nuevas regulaciones técnicas y sanitarias para los espectáculos con animales, asegurando que no se cause daño o sufrimiento a los mismos, y proponiendo un control veterinario riguroso.
La coalición también busca que, en colaboración con las Diputaciones, se implemente una estrategia que prohíba el financiamiento y promoción de espectáculos que impliquen daño animal, y fomentar alternativas culturales que sean más aceptables para la ciudadanía.
En esta misma línea, Sumar sugiere que no se permitan acuerdos que faciliten el uso de espacios públicos para festejos taurinos, promoviendo en su lugar actividades culturales y comunitarias que generen un impacto social positivo.
Finalmente, proponen instaurar un Pacto interinstitucional que garantice que las fiestas no impliquen crueldad hacia los animales, estableciendo compromisos claros de no financiación y control para asegurar su cumplimiento.
Sumar argumenta que la tauromaquia representa un fenómeno obsoleto y que es responsabilidad de las instituciones vascas actuar en conformidad con una creciente demanda social que rechaza la violencia contra los animales y busca un cambio hacia un futuro más humano.
Con solo 13 corridas celebradas en 2023, la tendencia a la baja se mantiene, reflejando un declive significativo en la popularidad de la tauromaquia en la región.
A pesar de la existencia de algunos eventos en municipios como Bilbao y Donostia/San Sebastián, la asistencia ha disminuido drásticamente, mostrando que en muchos casos se ha tenido que recurrir a entradas gratuitas para atraer público.
Estudios indican que la tauromaquia representa menos del 0,01% del PIB en Euskadi y, según Sumar, en términos de coste y beneficios está más cerca de ser una carga para la ciudadanía que un atractivo cultural.
Los datos más recientes revelan que existe una clara mayoría social en contra de la tauromaquia, con un respaldo que trasciende ideologías políticas y territoriales, evidenciado en diversas movilizaciones y acciones promovidas por asociaciones defensoras de los derechos de los animales.
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