El Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha tomado una postura contundente frente a las acusaciones en torno a la declaración de Santos Cerdán, ex secretario de Organización del PSOE, quien se encuentra bajo investigación por supuestos delitos de corrupción. En su respuesta, el PNV califica como "mentira" las afirmaciones de Cerdán sobre la supuesta influencia del empresario Antxon Alonso en la decisión del partido para respaldar la moción de censura que resultó en la destitución de Mariano Rajoy.

Las fuentes del PNV rechazan de forma categórica cualquier intento de vincular a su partido con el caso que involucra a Cerdán y otros ex altos funcionarios. Según informaciones periodísticas, Cerdán ha señalado en su declaración al Tribunal Supremo que Alonso lo conectó con miembros del PNV para lograr su apoyo en la moción que llevó a Pedro Sánchez al poder. Sin embargo, el PNV considera tales afirmaciones como absurdas.

En un comunicado, el PNV ha recordado que, antes de la votación de la moción de censura, se llevó a cabo una reunión con la dirección del PSOE a solicitud de este último. Este encuentro, que se realizó en Madrid, tuvo la participación de Joseba Aurrekoetxea, quien en aquel momento era responsable del área de organización del PNV, y Aitor Esteban, el portavoz del Grupo Vasco en el Congreso.

La formación sostiene que el 31 de mayo de 2018, su ejecutiva, el EBB, tomó una decisión soberana en Vitoria-Gasteiz para votar a favor de la moción, en respuesta a la crítica situación del Partido Popular y la gravedad del fallo en el caso Gürtel, siendo esta considerada una falta de responsabilidad por parte del PP.

Ante este contexto, el PNV reitera que resulta "ridículo" pensar que alguien ajeno al partido, como Antxon Alonso, pudiera haber influido en la decisión de la ejecutiva del PNV. De acuerdo con ellos, la defensa de Cerdán ante el Supremo se basa en afirmaciones falsas que intentan distorsionar la realidad sobre su apoyo a la moción de censura.

Finalmente, el PNV rechaza categóricamente los intentos de vincular su nombre al caso Cerdán-Ábalos-Koldo, advirtiendo que tales prácticas no solo dañan la reputación de las instituciones, sino que también alimentan el desinterés de los ciudadanos hacia la política y socavan los fundamentos democráticos que el partido defiende con firmeza.