El PP vasco propone elevar a los 23 años la edad mínima para recibir la RGI.

La dirigente del Partido Popular vasco, Esther Martínez, ha expresado su firme opinión de que la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) no puede convertirse en un lugar donde las personas se mantengan sin trabajar a expensas del esfuerzo de los demás.

En una conferencia en Bilbao, Martínez ha destacado la necesidad urgente de llevar a cabo una reforma completa de la RGI, incluyendo el aumento de la edad mínima para recibirla a 23 años, en lugar de los 18 años actuales.

La secretaria general del PP vasco ha criticado el sistema actual de la RGI, calificándolo de injusto e inaceptable. Ha señalado que existe un descontrol total que resulta en injusticias tanto para aquellos que la financian, es decir, todos los ciudadanos, como para quienes la reciben, ya que no se les ofrece ninguna alternativa y quedan atrapados en una situación indeseable.

Según Martínez, el 25% de los beneficiarios de la RGI son pensionistas y el 7% son personas excluidas del mercado laboral. Sin embargo, ha enfatizado en la necesidad de implementar otros sistemas para el resto de receptores, con el objetivo de promover su inserción laboral, ya que tienen derecho y la capacidad de trabajar.

Por tanto, desde el Partido Popular proponen una reforma integral que limite la RGI exclusivamente a pensionistas y personas exentas del mercado laboral, mientras se establece un Plan de Inserción Laboral para los demás. Asimismo, proponen elevar la edad mínima para recibir estas ayudas a 23 años, y hacer que la remuneración disminuya con el tiempo para evitar la dependencia permanente de la RGI.

Martínez también ha enfatizado la importancia de la formación continua, penalizar el rechazo de ofertas de trabajo adecuadas, verificar el patrimonio tanto nacional como extranjero, y establecer un régimen sancionador por la comisión de delitos relacionados con las ayudas sociales.

En resumen, la propuesta del PP busca crear un sistema más justo, social y solidario, destinando las ayudas sociales a quienes realmente las necesitan. Martínez subraya que quieren un sistema de RGI orientado a pensionistas, con un plan de inserción laboral que brinde oportunidades reales en el mercado laboral y no permita que la RGI se convierta en un lugar para vivir cómodamente sin trabajar a costa de los demás esfuerzos.