El objetivo "no es solo sacarlos del pozo negro" en el que caen, sino que sean niños con problemas normales y se conviertan en "ayudadores"
BILBAO, 3 May.
El Gobierno Vasco, a través de la Asociación Educativa Berriztu, ha puesto en marcha el programa Kuttunak, el cual cumple dos años brindando ayuda psicoterapéutica y socioeducativa a hijos e hijas de presos de entre 3 y 18 años.
El coordinador de Berriztu, Luismi Uruñuela, explicó que el objetivo principal no es solo sacar a estos niños del pozo en el que han caído, sino que vuelvan a tener una vida normal y, eventualmente, se conviertan en personas que también ayudan a los demás que necesitan apoyo.
El programa Kuttunak, que celebrará su segundo aniversario el próximo 7 de mayo, está dirigido a hijos de personas privadas de libertad y forma parte del 'Modelo penitenciario vasco'. El Gobierno Vasco ha asignado una subvención nominativa de 210.000 euros para su ejecución, la cual es impulsada por el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales y gestionada por la Asociación Educativa Berriztu.
Kuttunak ofrece atención especializada a menores de 3 a 18 años que han vivido en entornos familiares donde uno o ambos progenitores han estado en prisión. La intervención se enfoca en disminuir los problemas causados por esta situación traumática, corregir las deficiencias que surgen a raíz de ello y fomentar habilidades personales y sociales que les ayuden a afrontar su realidad.
El equipo de Kuttunak, conformado por una persona educadora y una psicoterapeuta, trabaja en tres fases: observación, interacción y finalización, tanto en programas individuales como grupales. Además, se involucran en actividades solidarias y mantienen contacto con los progenitores presos.
La duración de la intervención es de varios meses, generalmente no excediendo el año. Sin embargo, en algunos casos se mantiene el seguimiento posterior para garantizar una transición gradual. A pesar de estar diseñado para atender a 10 personas, el programa se ha ampliado a más participantes debido a que a menudo se atiende a menores de la misma familia.
Según la Asociación Educativa Berriztu, el programa ha tenido impactos positivos, como una mayor comunicación familiar y mejoras académicas significativas en los participantes. Los niños y adolescentes que reciben ayuda de Kuttunak logran recuperar la sonrisa y reintegrarse a una vida cotidiana.
El objetivo principal del programa es que estos menores puedan recuperar una vida normal y enfrentar los desafíos propios de su edad. Además, se destaca que, a pesar de las adversidades, los beneficiarios del programa se convierten en "ayudadores", brindando apoyo a otras personas en situaciones difíciles.
En resumen, el programa Kuttunak busca no solo rescatar a estos niños de situaciones complicadas, sino convertirlos en individuos capaces de superar obstáculos y ayudar a construir una sociedad más solidaria y compasiva.
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