El vicario de Vitoria espera que la "locura" de las clarisas de Belorado y Burgos sea solo un mal sueño.
Un nuevo escándalo sacude a la Iglesia Católica en España, con las clarisas de Belorado y Orduña rompiendo con la institución. El vicario general de la Diócesis de Vitoria-Gasteiz, Carlos García, ha expresado su preocupación por el daño que esto causa a la Iglesia y ha confiado en que se puedan restablecer los lazos que se han roto.
VITORIA, 16 May.
En una rueda de prensa tras la presentación de una exposición de arte sacro en Vitoria-Gasteiz, García se refirió a la decisión de las monjas clarisas de romper con la Iglesia católica a raíz de un desacuerdo sobre la venta de un convento en Derio, Bizkaia. Las monjas buscaban comprar un monasterio en Orduña, lo que desató una serie de conflictos.
Según García, las clarisas de Belorado habían acordado pagar una cantidad a las clarisas de San Antonio en Vitoria-Gasteiz por el monasterio en Orduña, pero no cumplieron con los pagos. Esto provocó que las clarisas de San Antonio reclamaran la propiedad del monasterio de nuevo.
El vicario general no descartó que la disputa pueda terminar en los tribunales, pero aseguró que la diócesis no tiene propiedad sobre el monasterio en cuestión. A pesar de la situación, García mostró su aprecio por las monjas de Orduña y expresó su confianza en que se puedan solucionar los problemas surgidos.
En medio de la controversia, García sugirió que las monjas podrían haber sido influenciadas por un obispo excomulgado, Pablo de Rojas Sánchez-Franco, y que podrían haber sido manipuladas debido a dificultades económicas. Reconoció que la situación ha causado dolor en la Iglesia y lamentó que se haya roto la comunión de esta manera.
Por otro lado, el vicario general criticó las declaraciones del portavoz de las clarisas de Belorado, quien calificó a la Iglesia actual de "estafadores". García consideró estas afirmaciones inapropiadas y confió en que la situación se pueda resolver para restaurar la armonía dentro de la institución religiosa.