En medio de la incertidumbre por el posible cierre de la fábrica de Mecaner en Urduliz, el comité de empresa ha tomado la iniciativa y ha solicitado una reunión a tres bandas con el Gobierno Vasco y la multinacional Stellantis, propietaria de la planta. El objetivo es encontrar un inversor que pueda evitar la clausura de la fábrica vizcaína, que dejaría a cientos de trabajadores en una difícil situación laboral.

Los empleados de Mecaner se han manifestado frente a Sabin Etxea en Bilbao para presionar al PNV y que tomen medidas para impulsar la industria en Euskal Herria, garantizando una transición justa y sostenible en el sector. Su voz ha sido representada por Unai Mirasolain (LAB), quien ha entregado una carta al PNV solicitando su implicación activa en el proceso que se desarrolla en la fábrica de Mecaner.

Mirasolain ha destacado la importancia de que el Gobierno Vasco participe en contra del cierre de Mecaner, resaltando la viabilidad y productividad de la fábrica. Además, ha señalado la destrucción industrial que se ha vivido en Euskadi en los últimos años, haciendo un llamado a buscar soluciones urgentes para salvar los puestos de trabajo en peligro.

Ante la postura de Stellantis, que ha planteado el cierre como única opción, el comité de empresa ha pedido una reunión a tres bandas para aclarar el futuro de Mecaner. La presión se intensifica, ya que la fecha límite para la toma de decisiones se acerca y es necesario actuar con celeridad.

La situación de Mecaner no es un caso aislado, según el comité de empresa, que denuncia la pérdida progresiva de la industria en Euskal Herria. Las grandes multinacionales han ido ocupando el espacio de las empresas locales, generando dependencia y pérdida de soberanía industrial en la región.

Los trabajadores de Mecaner, conscientes de la importancia de su lucha, exigen al PNV y a los responsables políticos que garanticen un futuro para la industria en la zona. En un contexto de campaña electoral, piden pasos concretos y políticas industriales que promuevan el empleo y la sostenibilidad en el sector.

A pesar de la incertidumbre, el comité de empresa de Mecaner se mantiene firme en la defensa de los puestos de trabajo. Con un plan de transición en la mano, insisten en la necesidad de una mesa negociadora con Stellantis y el Gobierno Vasco para determinar el futuro de la fábrica y garantizar la continuidad de los empleos.

La pelota está en el tejado de las autoridades y de la multinacional, que deben actuar con responsabilidad y compromiso para evitar el cierre de Mecaner. La esperanza de los trabajadores está puesta en encontrar una solución viable y en mantener viva la industria en la región.