En un acto cargado de emoción, familiares de las víctimas de la Guerra Civil han relatado sus historias este domingo en Bilbao, denunciando que la fuerza se impuso a la razón.
BILBAO, 16 Jun.
La escultura de 'La Huella-Aterpe 1936' de Artxanda, en Bilbao, ha sido testigo de un homenaje a los gudaris y milicianos que lucharon contra el franquismo en la Guerra Civil. Este año, el acto ha recordado especialmente a los apresados y ejecutados tras la caída de Bilbao el 19 de junio de 1937.
Entre los presentes se encontraban el lehendakari, Iñigo Urkullu, así como consejeros, eurodiputadas, el presidente del EBB del PNV y el alcalde de Bilbao, entre otros representantes políticos. Asociaciones y fundaciones históricas también estuvieron presentes en el evento.
Según datos de Gogora, al menos 278 combatientes fueron ejecutados tras la caída de Bilbao, 245 de ellos tras un juicio militar y otros 33 de manera extrajudicial.
El acto inició con la lectura de un manifiesto consensuado por las organizaciones presentes, en el que se destacó la prolongación de la violencia durante 40 años. Se recordó a las víctimas como fusilados injustamente, solo para eliminar ideas que promovieran el bien social.
Familiares de gudaris y milicianos ejecutados tuvieron la oportunidad de relatar sus historias, emocionando a los asistentes. El homenaje finalizó con un aurresku de honor y una ofrenda floral en la escultura 'Aterpe 1936-La Huella' en memoria de quienes defendieron la democracia frente al fascismo.
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