Recientemente, la situación meteorológica en la región ha estado marcada por la influencia del huracán Kirk, cuyo paso generó vientos fuertes en los días 8 y 9 de octubre. Estos fenómenos han planteado serios desafíos para los habitantes de la zona, que han vivido muy de cerca las consecuencias de este evento natural.
Desde Bilbao, se informa que la Agencia Vasca de Meteorología, conocida como Euskalmet, ha catalogado el mes de octubre como un periodo extremadamente cálido y húmedo, con un incremento en las horas de sol que oscila entre el 20 y el 30%. En zonas del sur de Añana y el litoral, se registraron precipitaciones que superaron el doble de lo habitual, haciendo de este octubre uno de los más lluviosos en décadas, comparable a los años 2000, 2008 y 2020.
Euskalmet ha hecho hincapié en los eventos adversos ocurridos los días 8 y 9, detallando que los intensos vientos asociados a la borrasca resultante del huracán Kirk incitaron a lluvias persistentes el día 17, lo que llevó a desbordamientos en las cuencas de ríos como el Urola, Oria y Bidasoa, afectando la vida cotidiana de los ciudadanos.
Se menciona que la cantidad de días de lluvia durante octubre, que osciló entre 12 y 14, fue superior al promedio habitual, siendo especialmente notable este fenómeno en la vertiente mediterránea. En siete de estos días se registraron acumulados de lluvia que fueron catalogados como muy abundantes, con algunos casos extraordinarios, lo que ha suscitado preocupación entre los meteorólogos.
Los acumulados más significativos de lluvia se registraron en el nordeste de Gipuzkoa, especialmente en el litoral, donde una notable estación superó los 400 litros por metro cuadrado. En contraste, algunas estaciones en el litoral vizcaíno también reportaron cantidades considerables, evidenciando la variabilidad de los fenómenos climáticos en la región.
En el plano de las temperaturas, octubre se caracterizó por ser cálido. En las zonas costeras, las temperaturas se mantuvieron en torno a los 17-18 grados, mientras que en la Llanada Alavesa se aproximaron a los 14 grados, superando en aproximadamente 1,4 grados el promedio histórico entre 1991 y 2020. Comparando con los registros de este siglo, se evidenció que estos valores son intermedios, aun siendo notablemente inferiores a los del año 2022, que marcó temperaturas récord.
Euskalmet ha identificado que las temperaturas mínimas fueron las que principalmente impulsaron esta anomalía positiva, no siendo el caso de las máximas, que por el contrario resultaron ser más "normales", lo que ha llevado a un análisis más profundo sobre los patrones de temperatura actuales.
Interesantemente, al comparar este octubre cálido con el septiembre anterior, se ha observado que algunas medias se han mantenido similares, incluso en zonas litorales donde los registros fueron más altos que los de septiembre, lo que sugiere una variabilidad climática considerable en la región.
En cuanto a las temperaturas máximas, se advirtió que durante la primera quincena del mes, se alcanzaron valores cercanos a los 30 grados en múltiples ocasiones. El día 1 se destacó como el más cálido, con cifras que superaron los 30 grados en algunos puntos, y este fenómeno continuó hasta mediados de mes, especialmente en áreas costeras y valles cantábricos.
Entre el 25 y el 28 de octubre, se registró un descenso notable en las temperaturas, siendo el día 26 el de la menor media, sin embargo, las mínimas absolutas se distribuyeron a lo largo del mes, con jornadas sobresalientes los días 4 y 5, lo que ha suscitado un análisis detallado del termómetro en la región.
Hacia la mitad de octubre, se produjeron también noches excepcionalmente cálidas, donde el termómetro llegó a acercarse a los 25 grados en puntos del litoral. Este calor nocturno, combinado con las temperaturas inusuales del día, ha creado un contraste climático que ha llevado a reflexiones sobre el impacto del cambio climático en la vida diaria.
Las horas de sol también se vieron favorecidas, con un promedio que superó entre un 20 y un 30% respecto a lo normal, a excepción del litoral oriental donde se reportaron cantidades más comunes. En Bilbao, se contabilizaron 155 horas de sol, mientras que en San Sebastián y Vitoria-Gasteiz se registraron 142 y 189 horas, respectivamente.
Respecto al huracán Kirk, se reporta que el 7 de octubre se transformó en una borrasca significativa al oeste de las Islas Azores, cruzando el Atlántico con rumbo hacia Europa, y llegando a estar localizado al noroeste de la península ibérica a finales del día 8.
Las condiciones se deterioraron considerablemente en la tarde del 8, cuando los vientos del sur-suroeste dejaron rachas de velocidad huracanada en áreas expuestas del noroeste, superando los 100 km/h en áreas no expuestas. Esto culminó en una serie de registros que generaron preocupación en las comunidades afectadas.
Durante la mañana del 9, la borrasca continuó su trayectoria a través del mar Cantábrico, intensificando los vientos del suroeste en Euskadi, con rachas comprendidas entre 100 y 120 km/h en zonas menos expuestas y registros aún más alarmantes en zonas expuestas. Estos eventos han puesto en alerta a los organismos locales debido a los riesgos de daños significativos.
Se reportaron también vientos superiores a los 100 km/h en múltiples jornadas del mes, aunque de manera más esporádica. Sin embargo, las ráfagas del día 7 fueron particularmente notables, declarando rachas extremas que causaron interrupciones y preocupación entre los ciudadanos.
A partir del 17 de octubre, se produjeron elevaciones en la marea que coincidieron con la luna llena, provocando inundaciones en áreas costeras, con efectos visibles en el paisaje urbano y una marea considerablemente viva que complicó aún más la situación.
Las elaboraciones meteorológicas han revelado que la combinación de lluvia y maréas altas ha contribuido a desbordamientos en diferentes ríos y sistemas de drenaje de la región, con incidentes reportados en San Sebastián, lo que evidencia la vulnerabilidad de estas áreas ante fenómenos climáticos extremos.
Finalmente, el Gobierno Vasco no se quedó atrás y activó un total de 3 alertas naranjas durante octubre, sumándose a 8 avisos amarillos que se emitieron por diversos factores, desde precipitaciones a viento y condiciones para la navegación, reflejando la seriedad de la situación y la necesidad de estar preparados ante la inclemencia del tiempo.
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