Hermano de Santi Coca niega pelea masiva y destaca que específicamente lo atacaron
En el juicio por la muerte de Santi Coca, su hermano Iker testificó que los agresores fueron específicamente a por el fallecido, contradiciendo la versión de que fue una pelea de "todos contra todos". Santi falleció a los 17 años después de recibir una paliza en el exterior de una discoteca en San Sebastián el 26 de abril de 2019, y murió dos días después debido a un derrame cerebral.
La prueba testifical comenzó con la declaración de Iker, quien explicó que aquella noche su hermano fue a buscarlo para volver a casa. Iker, junto con otros testigos que declararon en esta jornada, señalaron con un rotulador los lugares donde ocurrieron los hechos en una gran fotografía de la zona que incluía el Náutico y el Ayuntamiento de San Sebastián.
Iker Coca respondió a las preguntas de las partes ante el jurado popular, que inicialmente incluía a seis hombres y tres mujeres, con dos mujeres suplentes. Uno de los hombres, de más de 90 años, tuvo que ser sustituido debido a problemas de audición y su avanzada edad.
Iker relató que aquel noche su hermano fue golpeado por al menos diez o doce personas mientras él trataba de protegerlo. Él también recibió golpes y agresiones por parte de los agresores. Después de la agresión, los atacantes huyeron y una ambulancia llegó al lugar. Iker confesó que no quería llamar a sus padres, pero finalmente lo hizo.
Iker ubicó a los cinco acusados presentes en la sala en el lugar de la agresión, aunque no pudo precisar si todos ellos golpearon a su hermano. Describió a Santi como una buena persona que no había tenido problemas de salud y que no era agresivo. También mencionó que ha recibido atención psicológica para superar la pérdida de su hermano.
Otro testigo, amigo de Iker Coca, explicó que cuando salió de la discoteca se encontró con amigos y uno de ellos les contó sobre el episodio del paquete de tabaco y que los agresores buscaban pelea. A pesar de esto, decidieron hablar con uno de los acusados en una discusión que parecía calmada. Sin embargo, cuando se dieron la vuelta, vieron a un grupo golpeando a Santi Coca, quien cayó al suelo y continuaron golpeándolo.
No todos los acusados fueron identificados como agresores por este testigo. Otro testigo, quien tuvo el paquete de tabaco quitado por uno de los acusados, describió a los agresores como agresivos y con malas caras. Vio a Santi rodeado y siendo golpeado antes de caer al suelo. También intentó protegerlo, pero fue impedido por algunos de los agresores.
Ambos testigos coincidieron en que la agresión fue dirigida específicamente a Santi y no fue una pelea generalizada. También destacaron la falta de ayuda por parte del personal de seguridad de la discoteca, quienes se negaron a llamar a una ambulancia cuando se les solicitó.