El Gobierno Vasco ha aprobado una modificación del decreto de residencias que tiene como objetivo mejorar la calidad de los centros residenciales para personas mayores en Euskadi. Esta modificación incluye la limitación de 150 plazas en los centros residenciales, así como la división de estas plazas en módulos de hasta 25 personas. El nuevo decreto aumenta en un 15% las ratios de personal de atención directa a los usuarios y está diseñado para adaptarse a las exigencias detectadas durante la pandemia de COVID-19.
La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, ha firmado ya la orden de aprobación de la modificación del decreto de centros residenciales, y se espera que sea aprobado por el Consejo de Gobierno tras someterse a un proceso de informes pertinentes.
El nuevo decreto está enfocado en impulsar la evaluación, innovación y mejora de la calidad de los centros residenciales. También busca fomentar un modelo de atención ecosistémico donde las residencias se conviertan en espacios de interacción y participación para usuarios, familias, profesionales y el entorno local. Además, se pretende incentivar la experimentación e innovación a través de un marco flexible que promueva el cambio de modelo de atención.
El decreto establece parámetros mínimos para garantizar una atención "de calidad y una mejora continua", a través de un marco de autoevaluación y evaluación externa. Otro de los objetivos es fortalecer la coordinación socio-sanitaria entre centros residenciales y de salud.
El nuevo decreto incluye la adición de un nuevo artículo sobre cuidados paliativos y final de vida, así como la garantía de una atención "libre de sujeciones" en las residencias. Además, se limita el número de plazas en los nuevos centros residenciales a un máximo de 150 y se especifica que estén organizados en módulos de atención y cuidados con un máximo de 25 plazas por cada uno de ellos.
El decreto también plantea reformas en varios artículos de regulación de centros residenciales y redefinición del rol del profesional de referencia responsable de la atención personalizada de los usuarios. También se propone sustituir el plan de atención individualizado por "un plan personalizado de atención y vida" adaptándose a las necesidades y preferencias de cada residente.
En los centros residenciales se debe garantizar que poseen atención directa las 24 horas los 365 días del año y se considera la posibilidad de la teleasistencia en determinados casos. Los directores de los centros deben tener titulación universitaria y haber completado al menos 300 horas de formación acreditada en áreas relevantes.
En términos de ratios de personal y organización de equipos de atención, se mantienen las ratios por perfil profesional, se incrementan las ratios en un 15% para ciertos equipos y se ofrece mayor flexibilidad a los centros para gestionar sus recursos humanos. Los centros residenciales tienen seis años para cumplir con las modificaciones del decreto.