Una mujer de 86 años que trabajó como Tejedora de Amianto para la empresa Montero SA de Barakaldo, durante los años 1955 a 1963, ha obtenido la Incapacidad Permanente Total derivada de Enfermedad Profesional a causa de la Asbestosis y Asma mal controlada que padece. La Seguridad Social de Bizkaia ha concedido esta incapacidad a la mujer como resultado de años de trabajo con amianto, un material peligroso para la salud, que le ha causado enfermedades respiratorias.

La Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi, Asviamie, ha asesorado a esta mujer para que solicitara su inscripción en el Listado de Trabajadores expuestos al amianto y para reclamar al INSS las prestaciones económicas derivadas a la enfermedad profesional que padece. Según ha indicado la Asociación, los médicos no comunicaron sospecha de la enfermedad, tal como exige el Real Decreto 1299/2006.

Como resultado de esta resolución, la mujer ha dejado de cobrar el SOVI, obteniendo una pensión de 1.170,5 euros, revisable si empeora la enfermedad y con derecho a reclamar daños y perjuicios o indemnización del Fondo de compensación a las víctimas del amianto.

La Asociación ha recordado que otras mujeres trabajaron en Montero "con intensa exposición al amianto, pese a que la Asbestosis, ya estaba reconocida como enfermedad profesional". Por ello, ha animado a las exempleadas de esta compañía que trabajaron con fibras de amianto a solicitar su inscripción en el Listado de Trabajadoras expuestas al amianto, que gestiona Osalan, para "tener acceso a una vigilancia específica de la capacidad pulmonar, reclamando si procede las prestaciones derivadas a enfermedad profesional y evitar que oculten el origen laboral de esas enfermedades".