La autora alavesa Txani Rodríguez ha publicado una nueva novela titulada "La seca" en la que narra la amenaza de desaparición del alcornoque y del oficio de corchero, así como la dificultad de las relaciones personales. Rodríguez ambienta su obra en el entorno andaluz de sus años de infancia y el oficio de corchero al que se dedica su familia desde hace generaciones. La desaparición de este oficio le sirve para reflexionar sobre la relación entre el mundo rural y urbano, la sostenibilidad y los modos de vida amenazados. La autora no busca idealizar el campo ni sus oficios, sino preocuparse por la desaparición de profesiones que han sido fundamentales para muchas generaciones. Confía en que el sector primario no sufra el mismo proceso de desmantelamiento que la desindustrialización y destaca que los problemas del mundo rural, como la falta de agua, también se han extendido a los entornos urbanos.

El trasfondo de la novela está marcado por la enfermedad conocida como "la seca", que amenaza al Parque Natural de los Alcornocales en Andalucía, donde transcurre la historia. Esta enfermedad no solo pone en peligro el ecosistema y la forma de vida de los corcheros, sino que también altera irreversiblemente el paisaje de la zona sin remedio. Además, el riesgo para el parque natural se ve agravado por los nuevos modelos productivos asociados a las energías renovables.

"La seca" cuenta la historia de Nuria, quien regresa al pueblo en el que ha pasado los veranos de su infancia. Durante su estancia, presencia el conflicto entre la población local, que busca nuevas formas de ganarse la vida ante la enfermedad que afecta a los alcornoques, y los veraneantes de la ciudad, que buscan preservar el entorno. La novela muestra tanto la transformación del entorno como la transformación interior de la protagonista. Para la autora, el paisaje ofrece un consuelo y un arraigo singular para aquellos hijos de la emigración y permanece en el imaginario personal a pesar de la pérdida de seres queridos.

"La seca" aborda el conflicto entre los beneficios económicos y el respeto al medio ambiente. La autora critica las políticas agrarias cortoplacistas y destaca la necesidad de buscar un equilibrio entre la industria, los puestos de trabajo y el medio ambiente. En la obra, los alcornocales cobran protagonismo y se reflexiona sobre su pasado, presente e imaginario futuro. Rodríguez afirma que, aunque haya una mayor conciencia ecológica en la actualidad, seguimos contaminando sin preocuparnos por las consecuencias. Además, critica la avaricia y la falta de rectificación por parte de las administraciones en casos como Doñana o el Mar Menor.

La autora se alegra de que tanto la literatura como el cine estén prestando atención a los conflictos en los entornos rurales y señala el inicio del rodaje de la adaptación cinematográfica de su anterior novela, "Los últimos románticos", en febrero. Como presentación de "La seca", Rodríguez participará en un acto en Bilbao el próximo 28 de enero en la Biblioteca de Bidebarrieta, organizado por el Ayuntamiento de Bilbao.