SAN SEBASTIÁN, 3 de diciembre.

En un acto heroico que resalta la valía de nuestras fuerzas del orden, la Policía Nacional de Irun, en la provincia de Gipuzkoa, logró salvar la vida de una bebé de aproximadamente un año que había entrado en parada cardio-respiratoria. Esta impresionante intervención ocurrió tras la alerta de un transeúnte que se dio cuenta de la grave situación que se desarrollaba en la vía pública.

Según lo reportado por la Delegación del Gobierno central en Euskadi, el incidente tuvo lugar el pasado 19 de noviembre. Alrededor de las 17:40 horas, los agentes de la Policía Nacional, que se encontraban cumpliendo con sus deberes en la Comisaría de Irun, recibieron una llamada de emergencia de un ciudadano que, al caminar por el Paseo de Colón, observó a la pequeña inconsciente, al otro lado de la calle, precisamente a la altura de la Comisaría.

Sin perder ni un segundo, los agentes se lanzaron al lugar de la emergencia, donde constataron que la madre de la niña estaba en un estado de gran angustia, clamando desesperadamente por ayuda, ya que su hija no respiraba en absoluto. La situación era crítica, y la pronta actuación de los policías fue crucial.

Al llegar, los agentes verificaron que la niña no presentaba signos vitales. Ante esta grave situación, decidieron trasladarla de inmediato al interior de la comisaría, donde disponen de un desfibrilador (DESA) que podría ser vital para su recuperación.

Mientras los policías se comunicaban con los servicios de emergencias para que enviaran una ambulancia, comenzaron con las maniobras de reanimación cardio-pulmonar. Gracias a su rápida y eficaz acción, lograron mantener a la pequeña con vida hasta que un vehículo sanitario altamente preparado arribó al lugar y la trasladó a un hospital de San Sebastián para recibir atención médica especializada.

La madre, que pasó por un intenso episodio de ansiedad debido a la situación crítica de su hija, también recibió atención y apoyo por parte de los miembros de la Policía Nacional. Después de ser tranquilizada, pudo acompañar a su hija al centro hospitalario donde estaba siendo atendida.

Con el paso de los días y tras ser libre de peligro, madre e hija hicieron una visita a la comisaría para expresar su más sincero agradecimiento a los agentes que jugaron un papel fundamental en su rescate y en el cuidado que se le brindó a la madre durante ese angustiante momento.

Cabe destacar que este no es un caso aislado. Según informaron desde la Delegación, uno de los agentes que participó en esta operación también había realizado una hazaña similar durante el pasado verano, cuando salvó la vida de un ciudadano que sufrió un infarto mientras practicaba deporte en un reconocido campo de golf en Gijón. Estos actos subrayan la dedicación y el compromiso de nuestras fuerzas del orden en situaciones de crisis, reafirmando su papel esencial en la sociedad.