El hijo de Doval recalca que "absolutamente nadie merece ser ejecutado" y lamenta que "es algo que en esta sociedad ha costado décadas comprender"
SAN SEBASTIÁN, 29 Oct.
El Ayuntamiento de San Sebastián ha puesto este sábado una placa en memoria del dirigente de UCD Juan de Dios Doval Mateos, ejecutado por ETA el 31 de octubre de 1980. Con este acto, suman 24 las placas que el Consistorio easonense ha puesto en la localidad, en la idea impulsada desde la pasada legislatura para ofrecer visibilidad en el espacio público a las víctimas del terrorismo y la crueldad política.
El acto tuvo sitio en la confluencia de la calle Juan Olasagasti con la Avenida de Tolosa del vecindario easonense de Lorea, y ha consistido en un simple homenaje de reconocimiento en el que participaron el alcalde, Eneko Goia, representantes de los conjuntos municipales del Ayuntamiento (PNV, PSE, PP y Elkarrekin Donostia) y familiares de la víctima.
Goia ha señalado que el acto de este sábado piensa "un paso mucho más en ese mapa que vamos completando" con estas placas que recuerdan a personas que fueron asesinadas en San Sebastián, "que faltan de entre nosotros de una manera injusta".
Así, ha recordado que Doval era instructor de la Facultad de Derecho de San Sebastián y, según dijo, "su pecado semeja que fue el formar parte a una capacitación política". "Ese fue el fundamento cuando menos que se adujo por la parte de ETA en el momento de justificar lo injustificable, que fue su asesinato en este rincón", ha añadido.
Finalmente, el regidor easonense ha amado mover a la familia de Doval que "la localidad desea continuar recordándole y que prosiga teniendo un hueco entre los easonenses como lo tuvo en el momento en que se encontraba aquí".
Por su parte, Juan de Dios Doval, hijo del instructor ejecutado, ha manifestado sentir "algo de vergüenza" al decir "algo tan evidente" como que "absolutamente nadie merece ser ejecutado". "Frecuentemente tengo la tentación de rememorar lo buen hombre que era mi padre, pero eso es caer en la trampa de que semeja que sea peor que maten a un óptimo hombre. Mi padre podría ser un individuo completamente diferente a de qué manera era y proseguiría sin merecer que le hubiesen matado. Ni él, ni absolutamente nadie", expresó.
Por ello, ha lamentado que "es algo que en esta sociedad ha costado décadas comprender, que lamentablemente hay gente a la que le prosigue costando comprenderlo" y ha incidido en que "matar a alguien no es política, es otra cosa".
"Política es elegir exactamente en qué dedicar el dinero, de qué forma administrar los elementos públicos. Política no es arrimarse a un hombre que va a trabajar y dispararle 2 tiros. Eso es otra cosa", ha insistido.
Doval ha considerado que "lo que hay que realizar es que, más que nada los chavales, que no lo han popular que lo comprendan, que defiendan lo que deseen. Que estiman que no se logró la independencia y que hay que defenderla, ya que que la defiendan pero como la deban proteger, a balazos no se protege nada", ha subrayado.
"Nos encontramos aquí el día de hoy como le hubiese dado gusto a mi padre, unidos y sin odio", ha destacado, al paso que ha asegurado que "si lo que procuraban al matarle, era que se les odiara, al menos en esta familia no lo consiguieron" pues, según dijo, "hemos seguido viviendo como a él le habría dado gusto. Intentamos todos y cada uno de los días ser la clase de personas que él habría amado que fuésemos y si en algo puedo ayudar a que la multitud comprenda que algo tan simple como que cada uno de ellos defienda la iniciativa que le de la gana pero sabiendo que absolutamente nadie merece ser ejecutado, algo hemos adelantado".
Juan de Dios Doval Mateos, de 37 años, era instructor de Derecho Procesal en el Campus de la UPV/EHU de San Sebastián, integrante de la Ejecutiva de Unión del Centro Democrático (UCD), y segundo en las listas al Parlamento vasco en Gipuzkoa. Padre de 2 hijos, radicaba en el vecindario de Lorea y le sorprendieron dentro de su vehículo, donde le dispararon con arma.
Con este acto, el Ayuntamiento easonense prosigue construyendo la idea para "recobrar la memoria y visibilización en el espacio público de aquellas víctimas del terrorismo y de la crueldad de motivación política que perdieron la vida" en la ciudad más importante guipuzcoana.
Hasta el instante, se han puesto placas en los sitios en los que fueron asesinados Juan María Araluce, José María Elícegui Díez, Antonio Palomo Pérez, Luis Francisco Sánz Flores, Alfredo García González, Gregorio Ordóñez Fenollar, Francisco Martín González, Fernando Múgica Herzog, Rafael Garrido Gil, Daniela Velasco Domínguez de Vidaurreta, Daniel Garrido Velasco, Miguel Paredes y Elena Moreno, Eugenio Olaciregui Borda, Francisco Javier Gómez Elosegi, José Ángel Santos y Josu Leonet - asesinados todos ellos por ETA-.
También en los que fueron asesinados, Enrique Cuesta, Antonio Gómez y Juan Manuel García Cordero -por Comandos Autónomos Anticapitalistas-, Begoña Urroz Ibarrola -por el DRIL-, Mari Jose Bravo del Valle -por el Batallón Vasco Español- y Joseba Baradiaran Urkola -víctima por acción policial-.