• viernes 24 de marzo del 2023

Urkullu afirma que el Guggenheim es símbolo de "acercamiento y tolerancia", y aboga por la convivencia democrática y la paz

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Resalta el padecimiento provocado por el fanatismo en Euskadi y otros sitios, y recuerda a sus víctimas, en la cena de gala del XXV aniversario del Museo

BILBAO, 17 Oct.

El Lehendakari, Iñigo Urkullu, aseguró este lunes que el Museo Guggenheim de Bilbao se erige el día de hoy en "símbolo de apertura, acercamiento y tolerancia, mucho más precisa que jamás", en referencia a la guerra de Ucrania causada por la invasión rusa, y ha letrado por "la convivencia democrática" y un futuro en paz. En la cena de gala por el XXV aniversario del Museo, ha recordado "el padecimiento provocado por la intolerancia y el fanatismo" en Euskadi y otros sitios, y ha pedido a los ayudantes un recuerdo en silencio en memoria de las víctimas.

Urkullu ha dirigido estas expresiones a los ayudantes a gala, que ha reunido a varias personalidades, causantes institucionales y de otras entidades, entre ellos, el arquitecto Frank Gerhy, el presidente de patronato Solomon R. Guggenheim Foundation, J. Tomilson Hill, y los directivos de los tres museos de Nueva York, Venecia y la ciudad más importante vizcaína, Richard Armstrong, Karole Vail, de Venecia, y Juan Ignacio Vidarte, respectivamente.

El Lehendakari ha recordado el instante en el que se festeja este cuarto de siglo del Museo Guggenheim de Bilbao, en el momento en que se superó la ola de la pandemia de la Covid, que "ha sacudido al mundo entero y aún no se superó totalmente", y en medio de una guerra de Ucrania.

"En instantes como este es recurrente percibir lo que la civilización y el arte tienen la posibilidad de dar a la raza humana en un trance en el que están en juego cuestiones muy importantes como la salud de la gente, nuestro confort, la independencia, la democracia, los derechos humanos y, singularmente, el derecho a la vida", ha apuntado.

Iñigo Urkullu ha señalado que, tras la pandemia y de las limitaciones que se debieron adoptar, la actividad cultural y la
del Museo, "se convirtieron en sitios reclamados por la ciudadanía para hallarse con personas conocidas y ignotas, gozar, convivir, entender o hacerse cuestiones". "Esta es una aportación que la civilización nos da en ocasiones que se alardean bien difíciles", ha apuntado.

A su juicio, el Museo Guggenheim Bilbao es el que mejor indicio de de qué manera fué la transformación de la sociedad vasca desde el criterio económico y cultural. "Estos 25 años nos charlan de una sociedad que, en la mitad de una grave crisis económica, observando rechazar su actividad industrial, con una guerra a las puertas de Europa, en los Balcanes, con altas tasas de paro y cercada de ruinas y suelos contaminados, no se resignó", ha subrayado.

Iñigo Urkullu ha resalatado que, por el contrario, Euskadi "apostó por recobrar los suelos industriales y portuarios, ganar competitividad, imaginar un nuevo urbanismo, diversificar su economía". De este modo, explicó que los vascos apostaron por la civilización "como motor para recobrar el país".

"El Museo Guggenheim se convirtió en un enorme reclamo que atrae visitantes de la mitad del planeta, maravillados por el carácter icónico de su arquitectura y por sus geniales exposiciones; visitantes que, en el momento en que llegan a este país, se dan cuenta panoramas, cultura, gastronomía, prácticas o una vida popular que les cautiva", ha añadido.

En este sentido, ha remarcado que, en 25 años, Euskadi pasó "de ser un país con muy escasas referencias positivas en el exterior, a presentarse frente el planeta como una sociedad abierta, interesante y actualizada".

"El efecto de este Museo fué primordial en esta transformación. Este Museo nos charla de la seguridad y el acierto de quienes lo impulsaron; de los miles de individuos que nos han visitado y descubierto este país; de las espléndidas exposiciones que pudimos conocer y comprender, algo inimaginable anteriormente. Nos charla asimismo de tolerancia, de la necesidad de respetar al similar y convivir, de gozar de la presencia y la seguridad en nuestras habilidades y en nuestro futuro", ha manifestado.

Para el Lehendakari, "el día de hoy el Museo Guggenheim es el espéculo de la tolerancia tan precisa y este país es el símbolo de su oferta al planeta para la convivencia; la tolerancia que deseamos para nosotros y lo que garantizamos a el resto".

"El magnífico edificio que Frank Gehry diseñó se erige el día de hoy como símbolo de apertura, acercamiento y tolerancia, mucho más precisa que jamás en el planeta que nos está tocando vivir. También nosotros hemos sufrido la intolerancia que el día de hoy denunciamos. Una una parte de la sociedad de la cual formamos parte decidió intentar imponer por la crueldad su emprendimiento político y destrozó familias, vidas, recursos y condicionó nuestra convivencia", aseguró.

El Lehendakari ha añadido que "aquella crueldad intolerante deseó eliminar este Museo y todo cuanto iba a representar". "En aquel intento segó la vida de un servidor público, el ertzaina Txema Agirre", ha destacado, en referencia al agente que protegía el Museo Guggenheim de Bilbao, días antes de su inauguración y que evitó un atentado de ETA, pero perdió la vida a manos de los terroristas.

Iñigo Urkullu ha subrayado que esta conmemoración "es buen instante para rememorar el padecimiento provocado por la intolerancia y el fanatismo, en otros sitios y aquí en Euskadi". Por ello, ha invitado a todos y cada uno de los ayudantes a la gala a erguirse para rememorar "a las víctimas de la intolerancia", y manifestar "en silencio" su apuesta por la "convivencia democrática, el respeto a los derechos humanos, y un futuro de paz y confort para todos y cada uno de los hombres y mujeres, aquí y en el mundo entero".

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