El Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha planteado la posibilidad de avanzar hacia un "nuevo estatus de autogobierno" en Euskadi después de las elecciones generales. En su intervención en el Parlamento Vasco, Urkullu ha afirmado que se abre una "nueva etapa" hacia la plurinacionalidad y ha cuestionado la visión excluyente de un Estado con una sola nación.

Urkullu también ha instado a Euskadi a contribuir al debate sobre el modelo territorial del Estado, abogando por el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado español. Para ello, ha destacado su propuesta de una "Convención Constitucional" como un medio para modernizar y mejorar el marco institucional.

El Lehendakari ha subrayado que esta "Convención Constitucional" no tiene un resultado final preestablecido, sino que busca consensos en temas políticamente trascendentales como el debate sobre el modelo territorial del Estado.

En resumen, Urkullu ha planteado una hoja de ruta que incluye el cumplimiento del Estatuto de Gernika, un nuevo estatus de autogobierno y una Convención Constitucional que acuerde el carácter plurinacional del Estado y desarrolle la Disposición Adicional Primera, que garantiza los derechos históricos de los territorios forales.

El Lehendakari ha destacado que la diversidad es una realidad en el Estado, con diferentes lenguas, tradiciones forales, sistemas de financiación y mecanismos de relación entre el Estado y las Comunidades Autónomas. Ha cuestionado por qué solo puede haber una nación en un Estado y ha defendido la auto-percepción de una nación en base a la lengua, cultura, historia y sistemas de autogobierno singulares.

Urkullu ha recordado que la Constitución de 1978 reconoció las diferencias entre nacionalidades y regiones, aceptando la bilateralidad en las relaciones financieras y tributarias con Euskadi y Navarra, así como el reconocimiento de los derechos históricos de los territorios forales. Sin embargo, considera que este proceso constituyente no fue bien cerrado y ha cuestionado los temores hacia este debate.

En cuanto al ámbito de Euskadi, Urkullu propone avanzar en la gestación de consensos para un nuevo estatus de autogobierno en el Parlamento Vasco. Aunque reconoce la dificultad de aprobarlo en lo que queda de legislatura, considera que este tiempo es propicio para preparar un acuerdo con el objetivo de lograr su aprobación en la Cámara vasca.