La víctima de una violenta agresión se encuentra actualmente en su hogar con un brazo y una pierna escayolados, además de un hematoma significativo en la cara. Las autoridades médicas están a la espera de su evolución antes de proceder con una intervención quirúrgica que podría ser necesaria en el futuro.

En un acto de solidaridad y condena, cerca de 200 habitantes de Arrigorriaga, en Bizkaia, realizaron una concentración este mediodía en la plaza del Ayuntamiento. Esta convocatoria se produce en respuesta a la agresión sufrida recientemente por un comerciante de origen chino, perpetrada por al menos tres hombres el pasado viernes.

El evento, organizado por el propio Ayuntamiento de Arrigorriaga, reunió a los vecinos a la una de la tarde. Durante la concentración, la alcaldesa, Maite Ibarra, tomó la palabra para leer un comunicado en el que la corporación expresaba su "mayor y absoluto rechazo" ante el ataque sufrido por el comerciante local.

La alcaldesa enfatizó que "este tipo de acciones son totalmente inaceptables e intolerables y no tienen cabida ni en Arrigorriaga ni en ningún sitio". Ibarra reiteró el compromiso del Ayuntamiento con el diálogo y el respeto hacia los demás, subrayando la importancia de la convivencia pacífica. Además, mostró su solidaridad y apoyo a la víctima y su familia. El acto concluyó con un minuto de silencio seguido de un aplauso por parte de los asistentes.

Durante la concentración, una de las hijas del comerciante agredido compartió que su padre ya había sido objeto de hostigamiento previo. El ataque se produjo el pasado viernes por la tarde, cuando un grupo de alrededor de ocho jóvenes se acercó al establecimiento de alimentación, ubicado en la calle Severo Otxoa. De estos jóvenes, tres ingresaron al comercio y comenzaron a alterar el orden de los productos, lo que llevó al comerciante a amonestarlos.

Al intentar confrontar a los jóvenes al salir del local, uno de ellos golpeó al comerciante, quien cayó al suelo. En ese momento, otros dos jóvenes comenzaron a patearlo antes de huir del lugar rápidamente.

La víctima logró comunicarse con un familiar que lo encontró tendido en el suelo y llamó a los servicios de emergencia. Tras recibir atención médica, el comerciante fue dado de alta y ahora se recupera en su casa, aunque todavía presenta lesiones significativas que incluyen un brazo y una pierna escayolados.

Por otro lado, la Ertzaintza ha iniciado una investigación por delito de odio para identificar y arrestar a los atacantes. Entre ellos, el principal agresor, un joven de 20 años, se presentó voluntariamente en la comisaría y fue puesto a disposición judicial el pasado sábado.