VITORIA, 26 de julio. En un reciente y alarmante incidente ocurrido el 10 de julio de 2024, un individuo fue sentenciado a tres años y un día de cárcel por agredir a un agente de la Ertzaintza en el Casco Viejo de Vitoria-Gasteiz. El ataque, que involucró el uso de una botella de cristal rota, ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad de nuestras fuerzas del orden.

Además de la condena, el agresor deberá indemnizar al ertzaina herido con un total de 47.300 euros, cantidad que duplica la cifra originalmente demandada por la Fiscalía. Esta decisión fue respaldada por el sindicato Euspel, que actuó como acusación particular y abogó por un aumento en la indemnización, evidenciando la gravedad del ataque.

La detención del agresor, un hombre de 27 años, se llevó a cabo el mismo día en que se produjo el asalto. La víctima sufrió lesiones considerables en un brazo y tuvo que ser trasladada a un hospital donde se le practicó una intervención quirúrgica. Aunque el atacante se dio a la fuga tras el incidente, fue localizado poco después en el techo de un edificio cercano, lo que muestra la eficacia de las fuerzas de seguridad en situaciones críticas.

Desde el 12 de julio del año pasado, el condenado ha estado en prisión provisional, tras la decisión del juez de guardia de privarle de su libertad. La reciente sentencia, emitida por el Juzgado de lo Penal número 1 de Vitoria-Gasteiz, detalla que el acusado se encontraba en la puerta de Arriaga, donde comenzó a amenazar verbalmente a los agentes que realizaban su labor de seguridad ciudadana.

El sujeto, que empuñaba un botellín de cerveza de vidrio, ignoró las repetidas solicitudes de los ertzainas para que deshiciera de la botella. En un momento crítico, se acercó a los funcionarios del orden y, en un acto deliberado de agresión, rompió la botella contra una pared antes de atacar a uno de los agentes, quien tuvo que protegerse con su antebrazo para evitar heridas mortales.

Un compañero del agente agredido intervino de inmediato, logrando controlar al agresor, quien había causado un sangrado significativo en el brazo derecho del agente. Aunque el atacante logró escapar momentáneamente, fue capturado posteriormente y llevado ante la justicia. Con un año de prisión provisional ya cumplida, el individuo deberá completar su condena en la cárcel por su violenta acción, un episodio que subraya la responsabilidad de todos en la defensa de quienes nos protegen.