La reciente situación de desorden público en Azpeitia, Gipuzkoa, ha llevado a la Ertzaintza a abrir investigaciones adicionales, aumentando así el número de personas bajo sospecha. Desde el 20 de julio, día en que ocurrieron los incidentes, un total de 21 individuos están siendo indagados, según comunicó el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco.

Los disturbios se desataron en las primeras horas del 20 de julio, cuando una patrulla de la Ertzaintza identificó a un joven que había vandalizado mobiliario urbano. Tras esta acción, el joven recibió una propuesta de sanción por daños a bienes públicos, lo que provocó la reacción de un grupo significativo de jóvenes que se trasladó a la sede de la Policía Local para confrontar a los agentes.

La situación escaló rápidamente, resultando en agresiones hacia los policías locales. Ante el nivel de violencia, la Ertzaintza se vio obligada a intervenir para intentar restaurar el orden. Como consecuencia de estos incidentes, al menos dos agentes resultaron heridos en el ejercicio de su labor.

La comisaría de la Ertzaintza en Urola-Kosta inició una exhaustiva investigación, que en una fase temprana dio como resultado la detención de un menor de 16 años y la investigación de otros diez jóvenes, todos enfrentando acusaciones de desórdenes públicos y agresiones a agentes del orden.

A medida que avanzaba agosto y se entraba en septiembre, la policía añadió a otros once hombres, con edades entre 18 y 38 años, a la lista de investigados por los mismos delitos. Este notable incremento en el número de sospechosos refleja la gravedad de los incidentes y el compromiso de la Ertzaintza por esclarecer los hechos.

La investigación continúa activa, y las autoridades no descartan la posibilidad de que más personas sean llamadas a declarar o incluso detenidas a medida que se profundizan en los detalles de estos desórdenes públicos.