
En Madrid, el 3 de mayo, se ha dado a conocer que BBVA ha asumido un compromiso con respecto al crédito destinado a pequeñas y medianas empresas (pymes) en el contexto de la adquisición de Banco Sabadell. Esta decisión fue adoptada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en el marco del proceso de aprobación de la oferta pública de adquisición (OPA) presentada por BBVA.
El banco ha asegurado que transformará en realidad su promesa de mantener el volumen total de financiamiento a pymes cuyos créditos sumen al menos un 85% de la cuota agregada entre BBVA y Banco Sabadell. Esto se traducirá en una gran cobertura para la mayoría de las pequeñas y medianas empresas en Cataluña.
Sin embargo, en ciertas comunidades autónomas, como Cataluña y Baleares, la norma establece que la cuota puede ser del 50% o más, siempre y cuando el segmento de crédito a pymes en la entidad resultante supere el 30% con un incremento de al menos el 10% en comparación con la situación anterior.
Peio Belausteguigoitia, consejero delegado de BBVA en España, ha destacado la importancia de este compromiso, afirmando que "cubre a la casi totalidad de las pymes que tienen relaciones comerciales con Banco Sabadell y BBVA en Cataluña".
La CNMC aprobó en la misma semana la OPA en su segunda fase, con la condición de que BBVA cumpla con varios compromisos. Esta agencia ha identificado riesgos en el sector de la banca minorista, tanto en servicios dirigidos a particulares como a pymes y autónomos, además de en el ámbito de los medios de pago. No obstante, ha concluido que los compromisos de BBVA son "suficientes" para abordar las preocupaciones sobre la competencia planteadas por esta operación.
Los compromisos establecidos tendrán una vigencia de tres años, que se pueden extender por otros dos años en lo que respecta al crédito para pymes, mientras que el monitoreo de cajeros automáticos se llevará a cabo durante un año y medio.
La CNMC estará al tanto del cumplimiento de estos acuerdos, exigiendo a BBVA informar dentro de los plazos específicos establecidos.
Carlos Torres, presidente de BBVA, también se manifestó en la misma línea que Belausteguigoitia, celebrando la decisión de la CNMC. Afirmó que estos compromisos no solo fomentan la inclusión financiera y la cohesión territorial, sino que también aseguran la competencia en regiones donde la entidad tendrá mayor concentración, como es el caso de Cataluña.
En contraste, Banco Sabadell ha mostrado su desacuerdo con la resolución del regulador, criticando la metodología utilizada para llegar a esa conclusión. El banco opinado considera que la metodología no es apropiada para evaluar la fusión de sus operaciones, lo cual, a su juicio, afecta la interpretación de las consecuencias para su clientela.
En la actualidad, la OPA se encuentra en lo que se conoce como fase 3. El Ministerio de Economía tiene un plazo de quince días desde la recepción del expediente para determinar si se remitirá al Consejo de Ministros. Este último, a su vez, cuenta con un plazo de 30 días para considerar las condiciones de esta operación.
Si la OPA recibe el visto bueno del Consejo de Ministros, el siguiente paso consistirá en la validación del folleto de admisión por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), lo que dará paso a la fase de aceptación y permitirá que la decisión final recaiga en los accionistas de Banco Sabadell.
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