La proliferación del alga microbiana Ostreopsis ovata en las costas del norte de España no debería generar pánico, aunque es recomendable continuar monitoreando su presencia, según un reciente estudio realizado por el grupo de Ecología Fluvial de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
En un análisis llevado a cabo por estos investigadores, se ha confirmado la existencia de Ostreopsis en la Bahía de la Concha, un lugar emblemático de San Sebastián. A pesar de que algunas variedades de esta microalga pueden ser nocivas para la salud humana, los expertos advierten que su alta presencia no necesariamente implica riesgos en las actividades recreativas acuáticas.
La Ostreopsis ovata es un tipo de alga microscópica que prospera en aguas poco profundas. Aunque algunas de sus especies son efectivamente tóxicas, causando síntomas como tos, fiebre y problemas respiratorios, su proliferación en las costas vascas está relacionada con el calentamiento de los océanos, lo que ha transformado el entorno en un hábitat propicio, a pesar de su origen tropical.
Su primera aparición en el Golfo de Bizkaia se registró en 2007, cuando era relativamente rara. Sin embargo, en la actualidad, es común observar florecimientos masivos de estas microalgas durante los meses de verano. Si bien no todos estos casos conducen a problemas de salud, ya se han reportado incidentes de intoxicación en las playas de Lapurdi y San Sebastián en años recientes.
El estudio de la UPV/EHU se ha centrado en analizar la proliferación de Ostreopsis en la Bahía de la Concha, tomando muestras en dos localizaciones específicas: el extremo occidental de Ondarreta y el oriental de la Concha. Yago Laurenns Balparda, uno de los investigadores, destaca que ambos puntos comparten condiciones similares en cuanto a temperatura y salinidad, pero difieren en el tipo de fondo marino, lo que influye en el crecimiento del alga.
“Ondarreta presenta un lecho cubierto de rocas, ideales para la proliferación de Ostreopsis, mientras que la Concha cuenta mayoritariamente con un sustrato arenoso y menos adecuado para su desarrollo”, señaló Balparda, enfatizando que la abundancia del alga no implica siempre un peligro en el baño.
A pesar de las elevadas concentraciones de Ostreopsis observadas en los veranos de 2022 y 2023, no se han registrado casos de intoxicación en las playas de San Sebastián durante ese período, lo que sugiere que el riesgo puede ser menor de lo que se piensa. Balparda recomienda seguir con las mediciones para mantener bajo control la situación, subrayando que una alta concentración de la alga no siempre se traduce en un aumento de su toxicidad.
La investigación también revela que, entre las trece especies de Ostreopsis, la tóxica ovata está presente en la Bahía de la Concha, lo cual representa una novedad, dado que estudios previos solo habían documentado la especie inocua siamensis.
Balparda añade que, a pesar de que se suponía que la especie ovata estaba presente en la península, este estudio ha sido pionero al confirmarlo. Sin embargo, aún quedan preguntas sin respuesta, ya que el análisis no ha podido determinar la proporción específica de cada una de las especies en las muestras, dado que no son distinguibles bajo un microscopio convencional.
“Hemos podido identificar que muchas de las cepas aisladas son ovata a través de métodos moleculares, pero esos estudios no permiten establecer cuál de las dos especies es más predominante”, concluyó el investigador.
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