
El vicelehendakari segundo del Gobierno Vasco, Mikel Torres, ha puesto de manifiesto la resiliencia y solidez de la economía de Euskadi en un contexto de incertidumbre global. En un informe reciente, el Ejecutivo ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento económico para este año y el próximo, elevándolas al 2,2% y 1,9%, respectivamente, respecto a las proyecciones anteriores de junio.
Durante una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, Torres destacó que la región está demostrando una notable capacidad para adaptarse a las adversidades internacionales, lo que refuerza la confianza en su futuro económico. “Euskadi cuenta con una economía robusta, lista para enfrentar los desafíos del mañana”, afirmó el consejero.
Las nuevas estimaciones, que revelan un crecimiento del 3,0% para 2023 y del 2,5% para 2024, superan las proyecciones iniciales en tres décimas. Según el Departamento de Economía, este resultado evidencia la habilidad del País Vasco para mantener su vigor económico, incluso en un entorno global complicado, donde países como Alemania y Francia son cruciales para sus exportaciones.
Los pronósticos para el periodo de 2025 a 2026 también son prometedores, con un crecimiento esperado del 2,2% y 1,9% respectivamente, cifras que muestran un ligero aumento respecto a las previsiones anteriores de 2,1% y 1,8%. El gobierno ha resaltado que esta revisión al alza demuestra la fortaleza de la actividad económica vasca, que avanza con confianza y sobre bases sólidas.
El crecimiento estará impulsado principalmente por la demanda interna, con un consumo de los hogares que se proyecta aumentará un 2,7% en 2025, gracias a la mejora en la ocupación y a una inflación controlada. Asimismo, se prevé que la inversión continúe en terreno positivo, con un incremento del 3,1%, favorecida por condiciones financieras más favorables.
Aunque se anticipa que la contribución del sector exterior será más limitada, las exportaciones muestran signos de recuperación, con incrementos proyectados del 2% para 2025 y del 3% para 2026. A su vez, se estima la creación de alrededor de 14.000 nuevos empleos equivalentes a tiempo completo en 2025, lo que podría reducir la tasa de desempleo al 6,4%. Torres enfatizó que este avance es crucial para reforzar la cohesión social y el bienestar de todos los ciudadanos.
En cuanto a los sectores, se espera que los servicios sigan siendo el pilar de la economía, creciendo un 2,7% en 2025, mientras que la construcción mantendrá un crecimiento positivo del 2,5%. Aunque la industria enfrenta dificultades por la debilidad del comercio internacional, se anticipa una recuperación en 2026 con una mayor estabilidad en los mercados exteriores.
Por otro lado, se prevé que los precios se mantengan estables, con el deflactor del PIB proyectado en el 2,6% en 2025 y bajando al 2,0% en 2026. Esta moderación de la inflación contribuirá a un entorno más propicio para la inversión y el consumo, según las evaluaciones del Departamento de Economía.
Finalmente, Mikel Torres reafirmó que Euskadi se encuentra en una posición fuerte para afrontar los retos futuros, destacando que “crecemos, generamos empleo y fortalecemos la cohesión social; esto es fundamental para garantizar la estabilidad y la confianza en nuestra región”.
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