El Gobierno Vasco ha hecho un llamado a la ciudadanía de la comunidad vasca para que se oponga firmemente a hechos violentos que amenazan la convivencia. Esta declaración se produce tras un ataque grave a la comisaría de la Policía Local en Azpeitia, Gipuzkoa, donde un grupo numeroso agredió a los agentes en un incidente que, según las autoridades, es profundamente inaceptable.

El asalto se llevó a cabo durante la madrugada y es resultado de la intervención inicial de una patrulla de la Ertzaintza, que identificó a un joven por realizar pintadas en el mobiliario urbano. Esta acción generó una respuesta violenta, con un grupo de individuos atacando a los oficiales que cumplían con su deber de proteger el orden público.

La Consejería de Seguridad del Gobierno Vasco ha calificado los acontecimientos como "intolerables" y ha recordado la importancia de condenar actos que atentan gravemente contra la convivencia en la sociedad. También se ha expresado solidaridad con los agentes de la Policía Local y de la Ertzaintza que estuvieron involucrados en el incidente, subrayando la necesidad de proteger a quienes arriesgan su seguridad por el bienestar de todos.

Aproximadamente a las cuatro de la madrugada comenzó la situación, cuando la patrulla tomó acciones sobre un joven que había dañado bienes públicos. Sin embargo, media hora después, la situación se tornó violenta con la llegada de un grupo de jóvenes que increpó y atacó a los policías locales, obligando a la Ertzaintza a intervenir para restablecer el orden.

La intervención se vio facilitada por la mediación de un concejal del Ayuntamiento, quien ayudó a dispersar al grupo agresor. De lo que fue una noche tense, al menos dos agentes de la Ertzaintza resultaron heridos en el suceso, lo que ha llevado a las autoridades a abrir un expediente que será remitido posteriormente a la instancia judicial correspondiente.