
La consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, Amaia Barredo, ha expresado preocupación sobre la situación actual del sector vacuno lechero, al considerar que los problemas de precios y las amenazas sanitarias indican que es esencial que el sector se siga adaptando. Barredo afirmó que este sector es clave para la economía de Euskadi, y enfatizó que el Gobierno está comprometido a apoyarlo mediante un plan ambicioso que prioriza al colectivo ganadero vasco.
En un evento reciente organizado por la organización agraria ENBA, Barredo participó en un análisis sobre el estado del sector lácteo, promoviendo el debate entre productores, cooperativas y otros actores clave de la industria. Durante este encuentro, que tuvo lugar en el centro Goizane de Zaldibia (Gipuzkoa), se abordaron temas vitales como la evolución del mercado de productos lácteos en España y sus perspectivas futuras.
Barredo advirtió sobre la inestabilidad que puede enfrentar el sector en los próximos años y destacó la necesidad de estabilidad de precios y transparencia en su definición como factores cruciales para mantener una economía viable tanto para los productores como para el resto de la cadena de suministro. “No debemos confiarnos, porque se avecinan años de cambios constantes,” señaló la consejera.
Con un enfoque pragmático, anunció que desde el Gobierno Vasco se están activando compromisos relacionados con la Ley de la Cadena de Valor, incluyendo la mejora del Observatorio Behatoki y el desarrollo de un Plan Sectorial para fortalecer el sector vacuno de leche en Euskadi. Barredo subrayó la necesidad de abordar problemas estructurales de precios y la creciente presión por la sostenibilidad, indicando que esto es fundamental para asegurar la viabilidad del sector.
El papel del vacuno en la economía vasca es fundamental, no solo por su capacidad de generar bienes, sino también por su importancia en el desarrollo rural, contribuyendo a fijar población en zonas donde otras actividades económicas no logran hacerlo. Sin embargo, Barredo destacó que este sector se enfrenta a una intensa competencia internacional y a condiciones de mercado que requieren una adaptación constante.
Refiriéndose a la complicada situación del sector lácteo en la última década, Barredo mencionó varios factores que han contribuido a esta delicada realidad: la eliminación de cuotas productivas, el incremento en la producción de leche tanto a nivel comunitario como estatal, el descenso en el consumo de leche fresca, la importación de queso desde otros países europeos, y la saturación del mercado mundial de leche frente a la demanda existente.
A pesar de los retos, Euskadi ha mantenido una cierta resiliencia, gracias a su estructura productiva. Barredo observó que el modelo vasco, con su base de pequeñas explotaciones familiares, así como un sistema cada vez más tecnificado, ha limitado el impacto de estas dificultades, aunque no ha sido inmune a ellas. Aun así, destacó que la coexistencia de pequeños y grandes modelos de producción está provocando una convergencia que podría llevar a la desaparición de muchas explotaciones pequeñas debido a la falta de rentabilidad.
Las cifras son reveladoras: actualmente hay más de 17.800 vacas lecheras en Euskadi y 409 explotaciones dedicadas al ordeño, lo que representa un descenso del 12% y del 13% respectivamente en los últimos tres años. El número de profesionales en el sector también ha caído, pasando de 11.600 en 2021 a 9.484 en la actualidad, constituyendo un retroceso del 19%.
La consejera también hizo hincapié en el preocupante envejecimiento del sector y la necesidad de un relevo generacional. Esta problemática afecta tanto al sector como a las administraciones públicas, por lo que Barredo resaltó la importancia de atraer talento juvenil y fomentar un cambio en las generaciones para asegurar la continuidad del sector vacuno lechero.
El Gobierno Vasco está trabajando con las diputaciones forales en una estrategia integral de relevo generacional que incluirá una serie de medidas, cuyas iniciativas se darán a conocer en el primer trimestre de 2025. Otro problema significativo que enfrenta el sector son las enfermedades emergentes, como la Hemorrágica Epizoótica y la Lengua Azul, que están afectando al ganado en el sudoeste de Europa.
Entre las preocupaciones de la consejera está la salud animal y su conexión con la productividad, así como las restricciones sanitarias que generan costos adicionales y afectan la producción. Barredo argumentó que es crucial adoptar modelos de producción que respeten el medio ambiente, introduciendo soluciones que reduzcan el impacto de la actividad ganadera.
Entre las iniciativas mencionadas, se destacan nuevas formulaciones de piensos de baja huella de carbono y el uso de aditivos para disminuir las emisiones de metano, así como la optimización de la eficiencia productiva mediante avances genéticos. Estas medidas, según Barredo, no solo contribuirían a la sostenibilidad ambiental, sino que también mejorarían la competitividad del sector a largo plazo.
Por último, mientras Barredo anticipa un posible estancamiento en el mercado de bebidas vegetales a corto plazo, señala un resurgimiento en la demanda de productos lácteos tradicionales, especialmente aquellos utilizados como ingredientes en alimentos procesados. “Las ventas de productos como yogures y leche en polvo están en aumento,” concluyó, añadiendo que el precio de la grasa ha alcanzado ya los 11 euros por kilo este mes.
La jornada concluyó con una mesa redonda sobre la diversificación del sector lácteo, donde se analizó la situación actual y las perspectivas a futuro, participan importantes figuras del sector. El evento reflejó la inquietud y al mismo tiempo la determinación del sector por adaptarse a las cambiantes circunstancias del mercado y asegurar su sostenibilidad en el futuro, a pesar de los desafíos que enfrenta.
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