El valor del trabajo en equipo se hizo evidente recientemente en las costas de Getxo, donde un velero enfrentaba una situación crítica que amenazaba con empujarlo contra las rocas. La Guardia Civil, en una demostración de eficacia y profesionalismo, llevó a cabo un arriesgado rescate para salvar a la tripulación en apuros.

Este incidente ocurrió el 19 de agosto, cuando el Servicio Marítimo Provincial de Bizkaia recibió una angustiosa señal de socorro a través del canal de emergencia. Un velero, que se encontraba en el fondeadero del Abra, clamaba por ayuda mientras las condiciones meteorológicas se volvían en su contra, con fuertes ráfagas de viento que complicaban la situación.

La patrullera 'Río Lea', que se hallaba en las cercanías, reaccionó rápidamente y se dirigió al lugar. Al llegar, los rescatistas se dieron cuenta de que la embarcación estaba en una posición precaria, a punto de quedar encallada en la escollera del paseo de Getxo. La experiencia de los agentes fue crucial para llevar a cabo la operación con la mayor eficiencia posible.

Los rescatistas desplegaron una zodiac auxiliar desde la patrullera para acercarse al velero, ya que las aguas en la zona eran poco profundas. Al llegar, se encontraron con que el barco, al mando de una pareja de ciudadanos alemanes, había perdido su fondeo debido a la fuerza del viento y no podía arrancar el motor, situación que había llevado a su encallamiento en las rocas.

Una vez evaluada la situación de la tripulación y el nivel de peligro que representaban las olas, los agentes lanzaron un cabo para remolcar la embarcación atrapada, logrando con destreza sacarla del área de riesgo. Este esfuerzo no fue en vano, ya que una lancha de Cruz Roja Bizkaia se unió al operativo, colaborando con la patrullera de la Ertzaintza hasta que el velero pudo ser asegurado en el puerto.

Tras llevar el velero al puerto deportivo de Getxo, se procedió a una revisión exhaustiva del mismo. Se descubrió que unas barras metálicas habían interferido con el motor, impidiendo su arranque. Gracias a la intervención oportuna de los agentes, se logró liberar esas obstrucciones, permitiendo que la tripulación, tras comprobar que no había daños estructurales en la embarcación, continuara su travesía sin inconvenientes.