SAN SEBASTIÁN, 5 de octubre.

La tranquilidad de un fin de semana en San Sebastián fue interrumpida este domingo por la actuación de las autoridades tras la detención de un individuo de 52 años, quien amenazó con un cuchillo y trató de arrollar a un guardia de seguridad en un local de entretenimiento nocturno. Este incidente ocurrió después de que se le negara la entrada debido a su historial de comportamientos agresivos.

Según el informe proporcionado por el Departamento de Seguridad, la llamada de emergencia se produjo alrededor de las 2:45 de la madrugada, informando sobre un disturbio en un club en el barrio de Ibaeta, donde un cliente armado estaba generando inseguridad al personal de seguridad.

Al llegar al lugar, los agentes de la Ertzaintza notaron un vehículo que salía a gran velocidad, con el cristal trasero destrozado. Ante esto, decidieron activar las luces de emergencia para solicitar que el automóvil se detuviera.

El conductor desobedeció la señal, continuando su trayectoria unos cien metros antes de ser finalmente interceptado por la policía. Durante la persecución, los agentes observaron al individuo inclinarse hacia el asiento del pasajero, lo que levantó sospechas sobre la posibilidad de que estuviera tratando de acceder a algún objeto peligroso.

Al detener el vehículo, el hombre salió del coche con las manos ocultas tras su espalda, lo que llevó a los efectivos a tomar medidas para garantizar su seguridad. Procedieron a someterlo, dado el riesgo de que pudiera estar armando con algo peligroso.

Posteriormente, se llevó a cabo una revisión exhaustiva tanto del sujeto como de su automóvil, encontrando un gran puñal y un palo de un metro escondidos bajo el asiento. Estos hallazgos confirmaron los temores sobre la intención de hacer daño.

Gracias a los testimonios de quienes presenciaron el incidente, quedó claro que el detenido había sido expulsado en múltiples ocasiones del mismo establecimiento a causa de altercados previos. Esta vez, al ser nuevamente denegada su entrada, optó por amenazar a uno de los vigilantes con un cuchillo y luego se dio a la fuga en su vehículo.

Sin embargo, su intento de evadir la justicia no duró mucho; pocos minutos después volvió al local y reintentó agredir al guardia, quien tuvo que resguardarse en el establecimiento para evitar ser atropellado.