En un hecho que ha levantado preocupación en la comunidad de Urduliz, un joven de 21 años ha sido detenido bajo la grave acusación de vandalismo. Este incidente, que ocurrió en la madrugada del viernes, ha puesto en relieve la necesidad de una mayor vigilancia y seguridad en nuestras calles.

La situación se desató alrededor de las cinco y media de la mañana, cuando un ciudadano preocupados por lo que estaba presenciando decidió avisar a la Ertzaintza. El individuo, que no se detuvo ante el comportamiento destructivo del joven, alertó a las autoridades sobre un hombre lanzando piedras contra portales en una de las zonas más conocidas de la localidad.

Los policías llegaron rápidamente al lugar y lograron localizar al joven en el acto. Intentaba ocultar un carro de la compra repleto de piedras detrás de un vehículo, evidenciando una posible intención de escapar de la responsabilidad por sus actos. La escena retratada sugiere un desprecio por la propiedad ajena y la paz pública.

Al inspeccionar la zona, los efectivos policiales encontraron evidencias del vandalismo: un automóvil dañado y cristaleras rotas de seis portales y dos tiendas, un claro reflejo de la violencia que se ha hecho presente en nuestra sociedad. Los daños provocados por el joven no solo afectan a los propietarios directamente implicados, sino que también generan temor entre los vecinos que buscan vivir en un entorno seguro.

Durante el proceso de la detención, el joven no tuvo reparo en admitir su responsabilidad ante los agentes, lo que facilita el trabajo de las autoridades. Pero lo más alarmante es que, aproximadamente media hora antes de este incidente, una patrulla de la Ertzaintza ya había intervenido y confiscado una veintena de botellas de vino y licores que encontraba en el mismo carro de la compra, sin que el joven pudiera justificar cómo las había obtenido. Este detalle pone en evidencia un comportamiento inquietante que no debe ser ignorado por la comunidad.