El diputado general de Álava, Ramiro González, ha expresado su rechazo hacia los mensajes asociados al franquismo y al nazismo que se presentaron durante un reciente acto de Falange Española, así como hacia aquellos que cayeron en la provocación de este encuentro. El incidente, ocurrido en Vitoria-Gasteiz y que resultó en la detención de 19 personas, ha suscitado un llamado a prohibir a este partido, al que González ha calificado de "fascista" y "franquista".
En una entrevista emitida por Cadena Ser Vitoria, González no solo critió la actuación de los asistentes al evento de Falange, sino también la respuesta violenta de algunos contramanifestantes. Recordó que, en ocasiones anteriores, la Ertzaintza ha intentado disuadir estas concentraciones, pero el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha dictado que deben permitirse, otorgando permisos para su celebración.
El diputado general se mostró sorprendido y apenado por el hecho de que una agrupación como Falange, que "levanta el brazo" en alusión a gestos y símbolos de épocas oscuras, siga siendo una organización legal en España. "No hay razón para que Falange continúe existiendo como un partido en nuestro país. Deberíamos avanzar hacia su prohibición", sostuvo González.
El líder del Gobierno foral criticó fuertemente la presencia de lo que calificó de "fascistas" quienes, según él, llegaron a la ciudad con intenciones provocadoras. Sin embargo, también emitió una crítica hacia quienes respondieron a la provocación con actos violentos. Afirmó que algunos de esos manifestantes se alinean con la extrema izquierda y han mostrado desprecio por los principios democráticos, deseando por lo general alterar el orden establecido.
González detalló que, a pesar de que esas protestas estaban dirigidas contra los asistentes de Falange, los violentos no atacaron a estos últimos, sino a las fuerzas de seguridad. Según su perspectiva, estos eventos evidencian la convergencia de radicalismos extremos, ya que los participantes en las alteraciones en Vitoria-Gasteiz estaban dispuestos a enfrentarse, de forma organizada y casi militar, provocando caos a su paso.
Asimismo, el diputado general reflexionó sobre el simbolismo del evento, resaltando que la concentración de Falange tuvo lugar cerca de un monumento conmemorativo dedicado a aquellos que sufrieron bajo el franquismo. Expresó que la realidad de ver a "fascistas" congregarse para realizar proclamas en ese sitio es sumamente dolorosa, especialmente al recordar que el presidente legítimo de la Diputación Foral de Álava fue asesinado por ese mismo ideario en 1936.
Respecto al despliegue policial que se llevó a cabo para controlar la situación, González se mostró cauto al reconocer que es un reto reaccionar efectivamente ante individuos que buscan provocar alteraciones y desorden. Sin embargo, aseguró que el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco estudiará la respuesta policial y evaluará si se pudo haber actuado de otra manera. En cualquier caso, dejó claro que la culpa recae en los instigadores de la violencia.
Finalmente, el diputado enfatizó la importancia de no desviar la atención de los verdaderos responsables de los disturbios, señalando a los fascistas presentes cuyo único propósito era generar confrontación, así como a quienes, en el otro extremo del espectro político, también contribuyeron al desorden en un intento de respuesta violenta.
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