En un debate reciente en el Parlamento Vasco, la iniciativa presentada por el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria, que busca equiparar las pensiones mínimas al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), fue objeto de una firme oposición. El PNV, PSE-EE y Vox se unieron para rechazar la propuesta, dejando únicamente a EH Bildu y Sumar como sus defensores. El PP, por su parte, decidió abstenerse en la votación.

La Iniciativa Legislativa Popular (ILP), que aspiraba a establecer un complemento destinado a mejorar la situación de los pensionistas, no avanzará en el proceso parlamentario, pues recibió un apoyo limitado que no pudo superar la resistencia de las formaciones mayoritarias en la cámara. Actualmente, el SMI se sitúa en 1.184 euros al mes, distribuidos en 14 pagas, pero los intentos por elevar las pensiones mínimas a esta cifra han tropezado con un fuerte rechazo.

Esta propuesta contemplaba un complemento específico para pensionistas mayores de 60 años, que podría beneficiar a quienes reciben tanto pensiones contributivas como no contributivas. Según los términos de la ILP, el complemento se calcularía teniendo en cuenta la diferencia entre la pensión actual y el SMI, que se revisa anualmente. La portavoz del Movimiento, Ana Mezo, fue quien defendió la ILP frente al pleno, subrayando que cuenta con el respaldo de más de 145.000 ciudadanos.

Mezo mostró su descontento ante la decisión del Gobierno Vasco de bloquear el avance de esta solicitud, argumentando que es un error anular la participación ciudadana en temas que afectan tan directamente a la gente. La representante instó a los parlamentarios a considerar seriamente las necesidades de los pensionistas y a adoptar esta propuesta, que podría marcar un antes y un después en el tratamiento de la vejez en el País Vasco.

Por el momento, la discusión sobre las pensiones seguirá siendo un tema candente en la política vasca, y se espera que el debate sobre la dignidad de los pensionistas continúe en el foco de atención pública.