
En la comunidad autónoma del País Vasco, la labor de reciclaje de papel judicial ha alcanzado cifras significativas, con un total que se aproxima a los 200.000 kilos al año. Este proceso, que no solo ayuda al medio ambiente, representa un coste anual de 74.245 euros, lo cual se traduce en un ahorro considerable en la conservación de archivos y en la adecuada gestión de la abundante cantidad de documentos, tanto confidenciales como no confidenciales, generados en los juzgados de la región.
La consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, compartió estos datos durante una reciente visita a Beotibar Recycling SL, una firma especializada en el reciclaje de papel y en la destrucción certificada de documentos sensibles provenientes de los Palacios de Justicia vascos. En la visita, también estuvo presente el viceconsejero de Justicia, Alfonso Gómez, así como el director general de la empresa, Iñigo Jalón.
Durante la jornada, San José tuvo la oportunidad de conocer en profundidad el procedimiento de destrucción y reciclaje de documentación judicial. Destacó la importancia del esfuerzo del Departamento en fusionar la protección de datos con la sostenibilidad, reafirmando su compromiso con una justicia que sea moderna y respetuosa con el medio ambiente, cumpliendo estrictamente con los estándares europeos de reciclaje y la normativa de Protección de Datos.
La consejera enfatizó que el proceso de reciclaje y destrucción no solo genera ahorros en la conservación de archivos, sino que también forma parte de una estrategia más amplia para avanzar hacia una justicia digital sin papeles, que favorezca la sostenibilidad del planeta.
San José aclaró que todos los documentos judiciales son evaluados cuidadosamente, seleccionando aquellos que poseen relevancia histórica o legal, lo que garantiza la preservación de aquellos con valor social, político o cultural. Así se asegura que la información sensible se maneje con el máximo cuidado.
En el caso de la destrucción de documentos confidenciales, este procedimiento se realiza con métodos de trituración mecánica certificados, lo cual impide la posibilidad de reconstrucción de la información, asegurando un proceso completamente seguro que cumple con las leyes vigentes. Una vez que los documentos son destruidos, el papel se recicla adecuadamente.
La consejera reiteró la importancia de que este proceso de reciclaje se materialice bajo estrictas garantías, ofreciendo un tratamiento seguro y conforme a las regulaciones existentes, garantizando así la correcta gestión de los residuos generados.
Iñigo Jalón, director de Beotibar Recycling, subrayó que el servicio que proporciona su empresa en los juzgados de Bizkaia se erige como un modelo de cómo debe ser la gestión segura de la documentación. Resaltó que su trabajo garantiza la máxima seguridad durante todo el proceso, logrando además la valorización del residuo, que se clasifica como Residuo Cero, contribuyendo significativamente a los esfuerzos de sostenibilidad en la región.
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