Crónica País Vasco.

Crónica País Vasco.

Figuras clave de la religión, la política y la sociedad abogan por la paz en Gernika y se comprometen a acabar con los conflictos bélicos.

Figuras clave de la religión, la política y la sociedad abogan por la paz en Gernika y se comprometen a acabar con los conflictos bélicos.

En un evento conmovedor y lleno de simbolismo, Miguel Ángel Moratinos, secretario general adjunto de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas, instó a la comunidad internacional a levantar un “grito de esperanza” y a comprometerse con la causa de la paz. En su intervención, destacó que “la única lucha que verdaderamente tiene sentido es aquella que busca la paz”.

Este sábado, Gernika se convirtió en el punto de encuentro para líderes religiosos, políticos y representantes sociales de diversas confesiones. Juntos, hicieron un llamamiento contundente para poner fin a los conflictos bélicos y respetar la legalidad internacional, a través de una iniciativa organizada por la Alianza de Civilizaciones y la red Religiones por la Paz.

El evento, titulado “Un grito por la Paz, el Fin de las Guerras y el Respeto a la Legalidad Internacional”, conmemoró el 88 aniversario del devastador bombardeo sufrido por la ciudad durante la Guerra Civil española. Los organizadores ya han previsto continuar esta labor en julio en Sarajevo, y posteriormente en varias naciones africanas, finalizando su recorrido simbólico en Nagasaki.

La ceremonia comenzó con un emotivo minuto de silencio en memoria del Papa Francisco. Reconocidos actores de la paz, como Francis Kuria, secretario general de Religiones por la Paz, y la vicelehendakari Ibone Bengoetxea, fueron parte activa del encuentro, que también contó con la participación de expertos en sostenibilidad y cultura de la paz, como Jeffrey D. Sachs y Xabier Irujo, entre otros.

Moratinos recordó los horrores del bombardeo de Gernika, evocando el sufrimiento de hace 88 años cuando la aviación nazi atacó a la población civil. “Hoy rendimos homenaje a aquellos que sufrieron y a los sobrevivientes de ese trágico acontecimiento”, expresó, enfatizando la importancia de reflexionar sobre el pasado para evitar que se repita en el futuro.

Comentó que fue el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero quien lo inspiró a “formar parte de esta aventura”, donde se enfatiza que la paz “es una tarea continua”. Usando las palabras de Albert Camus, Moratinos subrayó que “la única batalla digna de pelear es la batalla por la paz”.

El secretario general adjunto también hizo un llamado a no perder la esperanza en un contexto global marcado por guerras. “No podemos permitir que la desesperación se apodere de nosotros; lancemos un grito de esperanza porque el verdadero desafío es alcanzar la paz”, afirmó.

Moratinos se mostró firme en su convicción de que alcanzar la paz no es una utopía, sino una meta tangible que se debe perseguir con firmeza. “El siglo XXI debe ser el siglo de la paz, donde finalicen las guerras y se fomente una verdadera cultura de paz”, insistió.

La vicelehendakari Bengoetxea subrayó que el 26 de abril es una fecha crucial para Euskadi, recordando el ataque intencionado contra civiles ocurrido en Gernika. Hizo hincapié en que el legado de la cultura y la lengua vasca debe ser preservado, a la vez que se busca la justicia y la paz, especialmente después de haber sufrido el terrorismo.

En su intervención, Bengoetxea también mencionó la poderosa obra de Picasso que simboliza la paz y los derechos humanos, alentando a todos a unirse en la promoción de una sociedad culturalmente inclusiva y pacífica.

La consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, condenó enérgicamente el ataque a Gernika y alertó sobre el peligro del totalitarismo. Recordó el legado de dolor que producen las ideologías extremistas, instando a la memoria colectiva como medio para evitar la repetición de la historia.

Al cerrar el acto, Moratinos reiteró que, independientemente de las circunstancias, las guerras no son justificables. Hizo un llamamiento a todos los presentes para elevar una voz unida en favor de la paz, recibiendo un fuerte clamor del público con el grito “No a la guerra”.