En un alarmante episodio ocurrido en Ordizia, Gipuzkoa, cuatro miembros de la Ertzaintza resultaron heridos tras ser agredidos mientras atendían un llamado relacionado con una pelea. Este incidente ha generado una contundente reacción del sindicato de la Policía vasca, ErNE, que denuncia la creciente falta de protección y recursos para los agentes, quienes se sienten cada vez más vulnerables en su labor.
Los representantes del sindicato señalaron que la situación actual pone de manifiesto la impunidad que rodea a los agresores y la fragilidad del sistema judicial, que parece favorecer más al delincuente que al policía. Según el comunicado emitido por ErNE, la falta de medidas efectivas deja a los ertzainas "expuestos" a incidentes que pueden poner en riesgo no solo su integridad, sino también la seguridad pública.
Los eventos de la madrugada del domingo han sido calificados por el sindicato como un claro indicador de que la Ertzaintza carece de las herramientas necesarias para proteger a sus miembros. Con dos agentes hospitalizados y otros dos con lesiones menores, ErNE insiste en que este no es un hecho aislado, sino un síntoma de un sistema judicial que no defiende adecuadamente a quienes arriesgan su vida por el orden público.
El sindicato también ha criticado la carencia de recursos como pistolas táser, señalando que esta ausencia, sumada a la desprotección jurídica, deja a los ertzainas en una posición de desamparo. ErNE cuestiona la efectividad de la reciente unificación de comisarías, al considerar que ha debilitado más que fortalecido la estructura de seguridad.
La organización ha enfatizado que no se puede seguir permitiendo que cada intervención policial ponga a los agentes en riesgo de ser cuestionados sin respaldo, mientras los delincuentes actúan con total impunidad. Según ErNE, la actual administración de justicia es reticente a intervenir de manera proactiva, lo que fomenta un ambiente donde los criminales se sienten autorizados a atacar a las fuerzas del orden.
ErNE ha urgido a los mandos superiores a tomar una postura más firme y a exigir en voz alta las reformas necesarias en el ámbito legislativo y policial, enfatizando que es imprescindible adoptar medidas que fortalezcan la labor de los ertzainas. "Cada salida al terreno de trabajo se convierte en una ruleta rusa", declaró un representante del sindicato, quien añadió que la situación no mejorará sin medios adecuados y sin un sistema de justicia que imponga sanciones severas a los agresores.
El secretario general de ErNE, Sergio Gómez de Segura, ha hecho un llamado específico a la acción en Ordizia, recordando que muchos de los involucrados en actos violentos son reincidentes con antecedentes penales. Para apoyar a sus miembros en la lucha contra la violencia, ErNE ha decidido ofrecer a los ertzainas acceso a su gabinete jurídico para que puedan tomar medidas legales contra los agresores. "No podemos permitir que atacar a nuestros agentes quede sin respuesta", concluyó Gómez de Segura.
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