Euskadi solicita a Sanidad acortar la formación de médicos de familia a tres años para contar pronto con más profesionales.

El consejero de Salud del Gobierno Vasco, Alberto Martínez, ha expresado su preocupación por la creciente crisis de escasez de médicos en el sistema de salud público, Osakidetza. En un anuncio reciente, planteó al Ministerio de Sanidad una medida audaz: reducir temporalmente la duración de la formación de médicos de atención primaria a tres años con el fin de acelerar la incorporación de nuevos profesionales a la práctica médica.
Durante la presentación de la nueva Unidad de Paliativos en el Hospital de Santa Marina, Martínez subrayó que la falta de médicos es un reto crítico en Euskadi, que afecta profundamente a la población. “Las dificultades para encontrar personal médico, especialmente en áreas como Ataun, Llodio, Bidasoa y Gasteiz, son motivo de frustración para los ciudadanos”, afirmó, reconociendo que esta realidad exige decisiones urgentes.
El consejero subrayó que la responsabilidad principal sobre este déficit recae en el Ministerio de Sanidad, recalcando que durante una reciente reunión con la ministra Mónica García, no se concretaron soluciones efectivas. Lamentó que, hasta la fecha, no han recibido respuestas a sus propuestas, lo que en su opinión, refleja una falta de compromiso por parte de la administración central en la resolución de esta crisis.
Una de las cuestiones más preocupantes para Martínez es la reciente sentencia del Tribunal Supremo, que anula la homologación de títulos universitarios extranjeros, lo que complica aún más la posibilidad de contar con médicos formados en el extranjero. “La situación se torna más complicada, y no nos dejan avanzar en la toma de decisiones necesarias”, enfatizó, expresando su descontento con la actual política sanitaria.
A pesar de estos desafíos, Martínez se comprometió a seguir trabajando en soluciones dentro del marco de sus competencias. Anunció la convocatoria de una mesa sectorial para discutir la oferta de plazas de difícil cobertura, con planes de hacerlo efectivo en abril, además de adjudicar 11.000 plazas que podrían ayudar a mitigar la situación crítica que enfrenta el sistema de salud.
Entre las propuestas discutidas anteriormente se encuentra la opción de retrasar la jubilación voluntaria de los médicos hasta los 72 años. Martínez, además, sugirió que la formación del MIR para médicos de familia podría reducirse provisionalmente a tres años, permitiendo a los egresados adquirir su especialidad más rápidamente, con la opción de un año adicional para formación continua posterior.
Señaló que en otros países europeos, como Francia e Italia, el proceso de formación de médicos es considerablemente más breve, lo que subraya la rigidez del sistema español. Según Martínez, “la situación actual exige soluciones poco convencionales y audaces”, con la certeza de que su enfoque será objeto de críticas, pero insiste en que las propuestas son necesarias y están dirigidas a resolver una crisis que todos enfrentamos.
El consejero también indicó que esperará una respuesta del Ministerio de Sanidad a sus propuestas, dado que la situación es crítica y requiere atención inmediata. Asimismo, respecto a la decisión del Tribunal Supremo sobre la homologación de títulos universitarios, el Gobierno Vasco está considerando un recurso ante el Tribunal Constitucional, con el objetivo de defender tanto el autogobierno como los derechos de los ciudadanos que dependen de estas certificaciones.
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