Crónica País Vasco.

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Gran multitud exige salarios y pensiones justas en las capitales vascas.

Gran multitud exige salarios y pensiones justas en las capitales vascas.

El Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria ha lanzado una grave alerta sobre la situación de las pensiones en la comunidad autónoma, revelando que un alarmante 50% de los pensionistas son mujeres que reciben "pensiones de miseria".

Bajo el lema "Salarios y pensiones dignas para todos", miles de ciudadanos salieron a las calles de las principales ciudades vascas el pasado sábado, respaldando la convocatoria del referido movimiento, que recibió el apoyo de diversos sindicatos. La manifestación exigía un salario mínimo justo y pensiones que aseguren una calidad de vida adecuada para todos.

Desde Vitoria-Gasteiz hasta Bilbao y San Sebastián, los pensionistas y sus aliados se movilizaron con un claro mensaje: es imperativo garantizar ingresos dignos y pensiones justas que permitan a los ciudadanos enfrentarse a las dificultades económicas actuales.

Previo al inicio de la manifestación en Bilbao, Andrea Uña, portavoz del Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria, subrayó la incongruencia de que, mientras las empresas más poderosas están obteniendo ganancias record, muchos pensionistas y trabajadores lidian con salarios y pensiones que no alcanzan a satisfacer sus necesidades básicas.

Uña hizo hincapié en la urgencia de cerrar la brecha de género en las pensiones, dado que muchas mujeres pensionistas viven en condiciones de extrema precariedad. Este reclamo fue central en su discurso, resaltando la importancia de mejorar la calidad de vida de este segmento de la población.

La manifestación también contó con la participación de diversos movimientos sociales y organizaciones estudiantiles, reflejando la amplitud del apoyo social a la causa. Uña enfatizó que se trata de una movilización inclusiva, que busca unir a todos los sectores de la ciudadanía para proteger sus derechos económicos.

Aitor Murgia, especialista en estudios del sindicato ELA, unió las luchas por salarios y pensiones dignas, enfatizando que sin salarios justos no es posible asegurar pensiones adecuadas. Criticó la renuencia de Confebask a entablar un diálogo constructivo sobre el salario mínimo, denunciando que esto perpetúa la precariedad laboral de muchas familias.

Murgia instó al Lehendakari, Imanol Pradales, a adoptar una postura firme y a presionar a la patronal para que se involucre en las negociaciones, subrayando que el salario mínimo del estado es insuficiente para una vida digna en el ámbito vasco.

Desde LAB, su coordinadora general, Garbiñe Aranburu, agregó que la movilización del sábado busca una distribución equitativa de la riqueza y la facultad de decidir localmente sobre las condiciones salariales y de pensiones. Recordó que más de 100,000 firmas han sido recolectadas en apoyo a una iniciativa legislativa que busca equiparar las pensiones mínimas al salario mínimo interprofesional.

En su discurso, Aranburu denunció que la patronal está intentando relacionar el debate sobre el salario mínimo con otros temas, como el absentismo, y que sugiere que se deben aceptar recortes para avanzar en algunos derechos, algo que no será aceptado por los manifestantes.

Los participantes en la marcha en Bilbao, que se caracterizó por su energía y determinación, corearon consignas que resumían su lucha por un futuro mejor. A las afueras del Ayuntamiento, el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria leyó un manifiesto en el que denunciaron la incapacidad de muchos para cubrir sus necesidades básicas debido a los bajos salarios y pensiones.

De acuerdo con los manifestantes, esta situación resulta inaceptable en un contexto donde las grandes corporaciones gozan de enormes beneficios, mientras que el costo de la vida sigue en aumento. Desde el movimiento, se condenó que las políticas fiscales favorezcan a los más ricos en detrimento de la clase trabajadora.

También se hizo un llamado a los gobiernos de Gasteiz y Iruñea para que respondan de manera efectiva a las demandas del movimiento en torno a la equiparación de las pensiones mínimas al salario mínimo interprofesional.

El Movimiento de Pensionistas ha dejado claro que su lucha no se detendrá aquí, reafirmando que tiene en mente otras movilizaciones y acciones en los próximos meses, incluida una nueva convocatoria para el Día Internacional de los Trabajadores, el 1 de Mayo. Según sus líderes, el sistema económico actual impone la necesidad de movilizaciones sociales más amplias para frenar el deterioro socio-político que se vive tanto en Euskal Herria como en el resto del mundo.