
El Partido Popular (PP) ha manifestado su preocupación ante la reciente reforma fiscal impulsada por el PNV, el PSE-EE y Elkarrekin Podemos, considerando que esta llevará a Euskadi hacia un proceso de empobrecimiento. Por su parte, Vox ha calificado esta iniciativa como un “ataque frontal” contra el tejido empresarial de la región.
Durante una sesión de control en el Parlamento Vasco, el lehendakari Imanol Pradales defendió que el nuevo marco fiscal es “justo y eficaz”, y que su implementación permitirá aumentar la competitividad y el bienestar de la comunidad. Pradales también criticó la postura del PP y Vox, a quienes acusó de generar una “hiperventilización” a la hora de abordar esta cuestión tributaria.
El líder del PP en Euskadi, Javier de Andrés, no dudó en señalar que la reforma fiscal que presentan las diputaciones afectará negativamente a las empresas, dificultando la llegada de nuevas inversiones al país. Según él, las políticas de gasto público actuales llevan a una situación de empobrecimiento en la comunidad, considerando que el aumento del gasto supera la creación de riqueza.
De Andrés argumentó que las medidas fiscales están encaminadas a un enfoque populista, que a su entender, busca mantener a los partidos en el poder, en lugar de centrarse en la salud económica de Euskadi. En respuesta, Pradales desmintió las acusaciones, asegurando que las empresas no perderán competitividad y que, por el contrario, se generarán nuevas oportunidades de crecimiento.
Para ilustrar su postura, Pradales mencionó ejemplos concretos de cómo la reforma beneficiará a las empresas, destacando que aquellas que inviertan en maquinaria ecológica podrán disfrutar de ahorros fiscales significativos. Asimismo, subrayó que la competitividad no solo depende de la fiscalidad, sino de una serie de factores que también deben ser considerados, tales como la infraestructura y el acceso a energía asequible.
El lehendakari también reprochó al PP que su actitud refleja un enfoque más centrado en la política nacional que en el bienestar de los ciudadanos vascos. Indicó que su negativa a aceptar una reforma que favorece a las empresas es un claro ejemplo de cómo su interés partidista puede llevar a una falta de visión en el ámbito local.
Pradales destacó que el acuerdo sobre la reforma fiscal representa un “consenso relevante”, y criticó a De Andrés por estar más preocupado por los actores políticos involucrados en la reforma que por su contenido. Llamó al PP a adoptar un papel más constructivo en la política vasca, dejando de lado su enfoque confrontacional.
Desde Vox, la parlamentaria Amaia Martínez argumentó que la reforma tributaria daña gravemente a las empresas, lo cual podría tener repercusiones negativas para la economía de la región. No obstante, Pradales reiteró que el nuevo sistema tributario es beneficioso, al enfrentar desafíos estructurales y al fortalecer los servicios públicos.
El lehendakari concluyó que la reforma realizada es “equilibrada” y responde a los intereses de los ciudadanos. Afirmó que tanto Vox como el PP no han presentado argumentos fehacientes en contra de la reforma y dejó claro que el Gobierno Vasco seguirá apoyando a los sectores más vulnerables de la sociedad, en contraposición a las posiciones de Vox que, a su juicio, benefician a unos pocos en detrimento de muchos.
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