Crónica País Vasco.

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Protestas masivas en Basauri contra los despidos de Bridgestone.

Protestas masivas en Basauri contra los despidos de Bridgestone.

Los trabajadores de la planta de Bridgestone han expresado su grave preocupación tras el anuncio de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que podría afectar a un total de 546 empleados en las instalaciones de Basauri, en Bizkaia, y Puente San Miguel, en Cantabria. Según la plantilla, esta decisión podría comprometer la viabilidad de la fábrica, haciéndola menos competitiva y potencialmente llevando a un cierre.

Este lunes, miles de ciudadanos se manifestaron en Basauri en rechazo a los despidos propuestos. La movilización, que comenzó en las instalaciones vizcaínas sobre las seis de la tarde, estuvo encabezada por una pancarta que exigía la defensa del empleo y un plan industrial inmediato, bajo el lema "No a los despidos".

A la protesta se unieron figuras políticas y representantes de sindicatos, entre ellos el secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, y la secretaria general de CCOO Euskadi, Loli García. También se hicieron presentes el portavoz de EH Bildu en Juntas Generales, Iker Casanova, y el alcalde de Galdakao, Iñigo Hernando, quienes apoyaron a los trabajadores en su reclamo.

Durante la marcha, los asistentes corearon frases de protesta y mostraron otra pancarta que enfatizaba su oposición a la deslocalización de la producción. Los manifestantes, acompañados de familiares y amigos, lucían prendas de trabajo y se identificaron con etiquetas que pedían la suspensión de los despidos y la implementación de un plan industrial efectivo.

Los testimonios recogidos entre los participantes destacaron la unidad y determinación de los trabajadores para salvaguardar sus derechos. Señalaron que la situación afecta a numerosas familias dependientes de la actividad de la planta y expresaron su asombro ante el alto número de despidos previstos, así como su descontento por el traslado de producción a Polonia. Críticas a la gestión de la empresa también salieron a la luz, mencionando cambios frecuentes de dirección que han impactado negativamente en la operación.

Esta semana, la producción en la fábrica ha sido suspendida en un paro total que marca el inicio de una serie de huelgas convocadas por varios sindicatos, que tendrán lugar los días 8, 10 y 15 de abril en Puente San Miguel y el 8, 11 y 15 en Basauri.

Al concluir la manifestación, se leyó un comunicado en el que los trabajadores expresaron su temor por la posible deslocalización de la producción, lo que podría definir un punto crítico en la historia de la planta, conocida como Firestone en sus inicios. Los representantes del colectivo laborar acusaron a la empresa de actuar con avaricia, despojando a 335 trabajadores en Bizkaia y 211 en Cantabria, mientras sigue obteniendo beneficios substanciales y recibe subvenciones del gobierno.

La noticia de los despidos ha tenido un impacto devastador sobre la plantilla, que siente que es tratada como un número en un balance contable, con el único objetivo de mejorar las ganancias de la dirección. Los trabajadores han señalado que, de llevarse a cabo este ERE, la planta operará a niveles bajos, convirtiéndose en un lugar no competitivo, con riesgos de cierre en el horizonte.

Además, los manifestantes advirtieron que la reducción de personal no solo afectará a los empleados directos, sino que tendrá repercusiones en la economía local, incluyendo a empresas que brindan servicios a Bridgestone, lo que podría provocar una ola de desempleo en la región. Ejemplos de fábricas que desaparecieron en el pasado fueron recordados para enfatizar la gravedad de la situación actual.

Los sindicalistas y representantes de los trabajadores reiteraron la importancia de Bridgestone en el tejido industrial vasco. Subrayaron no solo su historia en la región, sino también el esfuerzo de generaciones de trabajadores que han contribuido al desarrollo de Bizkaia a lo largo de 92 años, resaltando el compromiso de la comunidad con el desarrollo industrial.

Con un fuerte sentido de identidad laboral, los manifestantes hicieron un llamado a no ceder ante el miedo impuesto por la avaricia empresarial y a mantenerse unidos en esta lucha. Invitaron a convertir la incertidumbre en fuerza colectiva y reafirmaron que en Bridgestone “no sobra nadie”, promoviendo la idea de un futuro en el que la cohesión y la labor conjunta sean el camino a seguir.