Bilbao, 8 de abril. La planta de Bridgestone en Basauri, situada en Vizcaya, ha paralizado por completo su actividad este martes como parte de una huelga enérgica que marca el inicio de una respuesta clara al anuncio de un ERE que afecta a 546 empleos. Desde temprano, los trabajadores se han concentrado en las entradas de la fábrica, evidenciando un seguimiento masivo de esta primera jornada de protesta, según ha informado el comité de empresa.

La controversia surgió tras el comunicado de la dirección de Bridgestone sobre la implementación de un ERE que impactará de manera significativa a los trabajadores de las plantas de Basauri y Puente San Miguel en Cantabria. De los puestos de trabajo en peligro, 335 corresponden a la planta de Vizcaya y 211 a la de Puente San Miguel, lo que ha encendido las alarmas entre los empleados y sus sindicatos.

Con esta situación, las secciones sindicales de CCOO, UGT, SITB, ELA y BUB han decidido convocar varias jornadas de huelga. En Puente San Miguel, las protestas están programadas para los días 8, 10 y 15 de abril, mientras que los trabajadores de Basauri también han planificado paros para los días 8, 11 y 15, enfatizando su firme oposición a los planes de la compañía.

Desde el comité de CCOO se ha destacado que la respuesta en la primera jornada de la huelga ha sido de un seguimiento absoluto, con la producción completamente detenida en Basauri. La única presencia en el interior de la planta ha sido de una veintena de directivos y personal de recursos humanos bajo vigilancia policial.

Los portavoces sindicales han manifestado su satisfacción con la contundencia de la protesta, considerando que el ERE propuesto es completamente infundado. Desde las seis de la mañana, los trabajadores han mantenido una constante presencia en las entradas de la planta, y se espera que realicen nuevas concentraciones a lo largo del día.

Las manifestaciones no terminarán aquí; está prevista una movilización por las calles de Basauri esta tarde, a las seis. Los organizadores anticipan que la comunidad apoyará la causa, subrayando que el impacto del ERE va más allá de los empleados directos, afectando también a la industria auxiliar de la región.

Las voces sindicales han señalado que no se puede aceptar un ajuste laboral de tal magnitud y advierten sobre el riesgo que conlleva para la viabilidad futura de la planta. En este contexto, se constituyó el pasado viernes una mesa de negociación en la que se reiteró el rechazo a la medida. Durante esta reunión, la empresa entregó documentación que está siendo evaluada por los sindicatos y se estableció un calendario de encuentros, siendo el próximo este viernes.

Por su parte, el Departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad ha programado una reunión con los representantes de Bridgestone Europa para abordar esta delicada situación a lo largo de la semana. La atención ahora se centra en el futuro de los trabajadores y la estabilidad de las operaciones en la región.