En un evento significativo llevado a cabo en Elciego, Álava, el Rey Felipe VI ha celebrado el primer siglo de la Denominación de Origen Calificada Rioja, una distinción que ha aportado prestigio y calidad al vino español. Durante su discurso, el Monarca analizó los retos que enfrenta esta emblemática denominación en el actual panorama comercial, caracterizado por la competencia y la incertidumbre económica.

Felipe VI subrayó que la DOCa Rioja cuenta con los recursos necesarios para sortear estos desafíos, afirmando con optimismo que la denominación está “bien equipada” para seguir cosechando éxitos en el futuro. Su intervención se produjo en una jornada en la que también estuvieron presentes figuras destacadas de diversas comunidades autónomas, como el lehendakari Imanol Pradales, la presidenta de Navarra, María Chivite, y el presidente de La Rioja, Gonzalo Capellán.

El Rey enfatizó la relevancia del vino de Rioja como símbolo de la identidad nacional. Afirmó que esta bebida no solo representa una garantía de calidad, sino que también refleja una rica tradición de artesanía y paciencia en su producción. “El vino es sinónimo de encuentros, experiencias y vínculos de amistad”, dijo, reiterando que, al igual que el buen vino, las experiencias de la vida se enriquecen con el tiempo.

Un aspecto que el Monarca destacó fue el compromiso y la dedicación mostrados por los integrantes de la DOCa Rioja. Hizo especial mención a los antiguos presidentes de la denominación, cuatro de los cuales fueron homenajeados durante el evento por su contribución a la excelencia del vino de Rioja a lo largo de su trayectoria.

El Rey expresó su gratitud hacia estos líderes que han dedicado gran parte de sus vidas a elevar el perfil y la reputación del vino de la región. A su vez, destacó la importancia de la "comunidad" que representa la DOCa y resaltó las colaboraciones fructíferas entre Euskadi, Navarra y La Rioja, reiterando que este esfuerzo conjunto es un ejemplo de lo que se puede lograr al unir fuerzas.

Felipe VI también hizo hincapié en la voluntad de la DOCa de seguir avanzando e innovando en un contexto cambiante. Reconoció los retos que deben enfrentarse, como los cambios en los hábitos de consumo y las crecientes exigencias ambientales, así como la necesidad de explorar nuevos mercados para los productos de Rioja.

A pesar de los múltiples desafíos que se presentan, el Rey se mostró confiado en que la DOCa Rioja tiene lo esencial para prosperar: “Contáis con el talento de una nueva generación dispuesta a aprender de la tradición y a enriquecerla con su creatividad”, concluyó, enviando un mensaje de esperanza y motivación para el futuro de esta histórica denominación.